A muchos nos pasa lo mismo, seguimos diciendo: Voy al castillo, Vamos al castillo, Venimos del Castillo.
Sí que podemos decir que Herrera tiene una rica historia, sin caer en "chovinismos", que todos los rincones de este nuestro mundo tienen su historia y las huellas de la Historia.
Ciertamente, la situación y emplazamientos sucesivos de su poblamiento, le ha permitido desarrollar una Historia propia de Cruces de Caminos, de Tierras de Frontera. Y eso es así desde sus tiempos prerromanos, con sus luces y sus sombras, como toda la Aventura Humana:
Es bien significativa la tésera de Hospitalidad.
No hace falta subrayar la importante etapa de Pisoraca romana; lo que fue y lo que queda; lo destruido y lo que se conserva; lo que se muestra y lo que puede seguir oculto.
Y sí hay que valorar mucho sus tiempos medievales: la importancia de su época visigoda (bien que lucen piezas de orfebrería en el Museo Arqueológico Nacional). Y hay que hacer visible la importancia artística de su iglesia de tres naves dedicada a Santa María, comparable a su contemporánea San Juan de Baños (Palencia). Y también reconocer esos ojos azules y pelo rubio, descendientes de aquellas trabajadoras gentes godas "de a pie" - los godos "a caballo" eran pocos-. Tenemos que seguir descubriendo datos, nombres y hechos de los tiempos visigodos. Luego vinieron los tiempos de "Cristianos, Judíos y Moros", de Amaya..., de las llubias, del pendón de Herrera en la batalla de las Navas de Tolosa, del Señorío de la casa de Frías, del Convento franciscano y San Bernardino de Siena; de Herrera de Pisuerga, reseñada entre los lugares de convivencia de judíos y cristianos, de la nueva iglesia y parroquia de Santa Ana...
Llegó la Edad Moderna y los tiempos del Imperio de los Austrias: las casas blasonadas, el primer Ayuntamiento; el Puente de San Francisco; el Estudio de Gramática; las casas con soportales; los años de bonanza y los tiempos de peste y decadencia... En el siglo XVIII llegaron proyectos de reforma ilustrada, los registros de nombres de calles y el Catastro; y llegará el Canal de Castilla.
Con el siglo XIX llegarán 4 guerras que dejarán en estado ruinoso el Castillo que sus señores llevaban tiempo desatendido y descuidado. Junto a estas calamidades, las leyes "liberales", sumadas a los avances médicos y técnicos, traerán importantes transformaciones demográficas y económicas que cambiarán el paisaje urbano y el entorno de su campos y riberas con la maravilla de sus huertas; todos estos cambios van preparando el camino para la concesión de Título de Ciudad a la villa de Herrera en 1902.
Del siglo XX hemos escuchado muchos relatos y si hacemos recopilación entre todos y sumamos lo vivido por cada uno, llegamos hasta los comienzos de este Año Nuevo 2022, ya en víspera de que los RR. MM. dejen en Herrera unos cuantos dones de sus ricos tesoros.
Feliz Noche de Reyes a todos!
Sí que podemos decir que Herrera tiene una rica historia, sin caer en "chovinismos", que todos los rincones de este nuestro mundo tienen su historia y las huellas de la Historia.
Ciertamente, la situación y emplazamientos sucesivos de su poblamiento, le ha permitido desarrollar una Historia propia de Cruces de Caminos, de Tierras de Frontera. Y eso es así desde sus tiempos prerromanos, con sus luces y sus sombras, como toda la Aventura Humana:
Es bien significativa la tésera de Hospitalidad.
No hace falta subrayar la importante etapa de Pisoraca romana; lo que fue y lo que queda; lo destruido y lo que se conserva; lo que se muestra y lo que puede seguir oculto.
Y sí hay que valorar mucho sus tiempos medievales: la importancia de su época visigoda (bien que lucen piezas de orfebrería en el Museo Arqueológico Nacional). Y hay que hacer visible la importancia artística de su iglesia de tres naves dedicada a Santa María, comparable a su contemporánea San Juan de Baños (Palencia). Y también reconocer esos ojos azules y pelo rubio, descendientes de aquellas trabajadoras gentes godas "de a pie" - los godos "a caballo" eran pocos-. Tenemos que seguir descubriendo datos, nombres y hechos de los tiempos visigodos. Luego vinieron los tiempos de "Cristianos, Judíos y Moros", de Amaya..., de las llubias, del pendón de Herrera en la batalla de las Navas de Tolosa, del Señorío de la casa de Frías, del Convento franciscano y San Bernardino de Siena; de Herrera de Pisuerga, reseñada entre los lugares de convivencia de judíos y cristianos, de la nueva iglesia y parroquia de Santa Ana...
Llegó la Edad Moderna y los tiempos del Imperio de los Austrias: las casas blasonadas, el primer Ayuntamiento; el Puente de San Francisco; el Estudio de Gramática; las casas con soportales; los años de bonanza y los tiempos de peste y decadencia... En el siglo XVIII llegaron proyectos de reforma ilustrada, los registros de nombres de calles y el Catastro; y llegará el Canal de Castilla.
Con el siglo XIX llegarán 4 guerras que dejarán en estado ruinoso el Castillo que sus señores llevaban tiempo desatendido y descuidado. Junto a estas calamidades, las leyes "liberales", sumadas a los avances médicos y técnicos, traerán importantes transformaciones demográficas y económicas que cambiarán el paisaje urbano y el entorno de su campos y riberas con la maravilla de sus huertas; todos estos cambios van preparando el camino para la concesión de Título de Ciudad a la villa de Herrera en 1902.
Del siglo XX hemos escuchado muchos relatos y si hacemos recopilación entre todos y sumamos lo vivido por cada uno, llegamos hasta los comienzos de este Año Nuevo 2022, ya en víspera de que los RR. MM. dejen en Herrera unos cuantos dones de sus ricos tesoros.
Feliz Noche de Reyes a todos!
