HERRERA DE PISUERGA: Todas las estaciones de ferrocarril, no sé por qué,...

Todas las estaciones de ferrocarril, no sé por qué, destilan un aire un poco melancólico y
nostálgico, no exento de tristeza. Aunque tampoco podemos olvidar, que los recibimientos son
alegres por lógica. Yo creo que relacionamos las estaciones con una bruma de tristeza, por
las despedidas, que siempre son penosas y se quedan agarradas al corazón.
Viendo la foto, me viene a la memoria la pequeña Cantina que había y que regentaba una
hermana de Gerardo Bustillo. La otra cosa, curiosa y un poco bucólica, era la cabra que un
Guardagujas, el señor Isidro Negrete, llevaba a pastar a un terreno cercano. Era de mediano
tamaño y de color negro. Este hombre era suegro de mi tio Vicente y fumaba constantemente
en pipa "Cachimba", como los "Lobos de Mar".