Cristina y Nati:
Al ver lo parado que se ha quedado el foro, envié esos chistes, más que nada,
para que otros siguieran contando algo; cualquier cosa con el fín de que ésto
siga vivo. Os agradezco vuestros comentarios, al menos habeis puesto dos nuevos
eslabones a la cadena.
Y quiero "engarzar" otro eslabón más, con algo que escribí, cuando esta torera
hacía el paseillo por las cosos taurinos.
A CRISTINA SÁNCHEZ
Salta el burel a la arena
y hay griterío en la plaza,
se agiganta una torera
de clase, garra y de raza.
El lápiz de su capote
dibuja mil filigranas,
el toro lanza un derrote
y élla le pone más ganas.
Se llama Cristina Sánchez,
por gracia de Dios, torera,
como el vino de Montanchez;
arte sabor y solera.
Ya redoblan los timbales,
vibra la afición entera
y en el campo, los erales,
sueñan con esta torera.
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Al ver lo parado que se ha quedado el foro, envié esos chistes, más que nada,
para que otros siguieran contando algo; cualquier cosa con el fín de que ésto
siga vivo. Os agradezco vuestros comentarios, al menos habeis puesto dos nuevos
eslabones a la cadena.
Y quiero "engarzar" otro eslabón más, con algo que escribí, cuando esta torera
hacía el paseillo por las cosos taurinos.
A CRISTINA SÁNCHEZ
Salta el burel a la arena
y hay griterío en la plaza,
se agiganta una torera
de clase, garra y de raza.
El lápiz de su capote
dibuja mil filigranas,
el toro lanza un derrote
y élla le pone más ganas.
Se llama Cristina Sánchez,
por gracia de Dios, torera,
como el vino de Montanchez;
arte sabor y solera.
Ya redoblan los timbales,
vibra la afición entera
y en el campo, los erales,
sueñan con esta torera.
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