Esta anécdota, no se la he oido contar a mi
amigo Manolo. Pero lo que su padre,
que era buen jinete, solía hacer, era ir a
caballo hasta
Burgos, para presenciar
una corrida de
toros, por
San Pedro.
Tambié le vi correr las llaves, varios años. Siempre bien vestido, y con sus
botas de montar.