Fue esa localidad, ibérica, celtibera, romana, visigótica, morisca, hebrea, cristiana, señorío de los Lara y de los Velasco, cabeza de una merindad de treinta dos pueblos. Es la Pisoraca, instalada en las confluencias de los ríos Pisuerga y Burejo, de cuyas reliquias aparecen desde luengos tiempos importantes muestras de cipos (poste de piedra u otra señal que se clava en el suelo y señala el límite de un terreno o indica la dirección o distancias de una vía), monedas, mosaicos, cimientos y ruinas.
De la muralla de la Edad Media queda un torreón cuadrado, de gran altura, con puerta ojival, sobre la que campean los blasones de los Manrique y los Guevara.
De la muralla del siglo XVI queda un arco. En el frente que da a la carretera ostenta el escudo imperial de Carlos V, y dos escudos laterales con escaques ondulados. En el lado que mira a la plaza hay una preciosa hornacina cobijada bajo un tejaroz típico, guarnecida con ornamentación renacentista y en el interior de la cual se se conserva una Piedad de piedra de gran mérito.
Esta devoción a la Patrona, iniciada en la época del Condestable, tiene su culto máximo en la denominada “ermita de la Piedad”, en la parte llana y baja de la población. La imagen es unas notables esculturas llenas de patetismo, afeada por telas y vestimentas de carácter flamencas, y se dice que fue donada por el Condestable D. Pedro Fernández de Velasco, merino Mayor de Herrera. (Datos del catálogo de monumentos).
Los restos del Castillo revelan una fortaleza imponente.
El Ayuntamiento conserva un interesante albalá (sic) del Rey D. Juan II concediendo en 1373 al Condestable, su Camarero Mayor, las famoas Ferias de San Juan y San Simón. Hay un testimonio del documento, hecho en el siglo XVIII por Antonio Martin Garcia, notario Apostolico de Palencia y “anticuario latino”.
En esta población se conserva una estela funeraria de 1.76 metros de altura en la que aparece, bajo el signo solar y sobre una silueta grabada de un templo basilical, la siguiente inscripción cuyas letra tienen seis centímetros de altura:
. ANONI VOM. FGAI. IVDENS. PODVD. LVGVDV E
En un paseo de la villa hay dos bancos que son dinteles de un gran pórtico perteneciente a un edificio de que no queda memoria y en los que se lee en caracteres del siglo XVII: “Nisi dominus edificaverit domun in vanum la boraverint qui edificante am”.
En poder de un particular de la localidad se halla un arca muy bella de plata, carey y nacar, con blason de los Austrias. Procede del joyero de Carlos V, quien lo regalo a un fraile de San Cristobal de Boedo, su confesor en Yuste.
CON ESTO FINALIZO MI APORTACION HISTORICA DE ESA LOCALIDAD. SIENTO QUE FUERA UN TANTO LARGA. ESTE FIN DE SEMANA ES LARGO Y HABRA MAS TIEMPO PARA LEER. UN SALUDO MUY CORDIAL HERRERENSES
De la muralla de la Edad Media queda un torreón cuadrado, de gran altura, con puerta ojival, sobre la que campean los blasones de los Manrique y los Guevara.
De la muralla del siglo XVI queda un arco. En el frente que da a la carretera ostenta el escudo imperial de Carlos V, y dos escudos laterales con escaques ondulados. En el lado que mira a la plaza hay una preciosa hornacina cobijada bajo un tejaroz típico, guarnecida con ornamentación renacentista y en el interior de la cual se se conserva una Piedad de piedra de gran mérito.
Esta devoción a la Patrona, iniciada en la época del Condestable, tiene su culto máximo en la denominada “ermita de la Piedad”, en la parte llana y baja de la población. La imagen es unas notables esculturas llenas de patetismo, afeada por telas y vestimentas de carácter flamencas, y se dice que fue donada por el Condestable D. Pedro Fernández de Velasco, merino Mayor de Herrera. (Datos del catálogo de monumentos).
Los restos del Castillo revelan una fortaleza imponente.
El Ayuntamiento conserva un interesante albalá (sic) del Rey D. Juan II concediendo en 1373 al Condestable, su Camarero Mayor, las famoas Ferias de San Juan y San Simón. Hay un testimonio del documento, hecho en el siglo XVIII por Antonio Martin Garcia, notario Apostolico de Palencia y “anticuario latino”.
En esta población se conserva una estela funeraria de 1.76 metros de altura en la que aparece, bajo el signo solar y sobre una silueta grabada de un templo basilical, la siguiente inscripción cuyas letra tienen seis centímetros de altura:
. ANONI VOM. FGAI. IVDENS. PODVD. LVGVDV E
En un paseo de la villa hay dos bancos que son dinteles de un gran pórtico perteneciente a un edificio de que no queda memoria y en los que se lee en caracteres del siglo XVII: “Nisi dominus edificaverit domun in vanum la boraverint qui edificante am”.
En poder de un particular de la localidad se halla un arca muy bella de plata, carey y nacar, con blason de los Austrias. Procede del joyero de Carlos V, quien lo regalo a un fraile de San Cristobal de Boedo, su confesor en Yuste.
CON ESTO FINALIZO MI APORTACION HISTORICA DE ESA LOCALIDAD. SIENTO QUE FUERA UN TANTO LARGA. ESTE FIN DE SEMANA ES LARGO Y HABRA MAS TIEMPO PARA LEER. UN SALUDO MUY CORDIAL HERRERENSES
Gonzalo: Mi felicitación por el trabajo de recopilación de datos sobre la historia de Herrera. Tiene merito todo el trabajo que te has tomado al reunir toda esta extensa aportación de datos.
Gracias. Un saludo.
Gracias. Un saludo.