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HERRERA DE PISUERGA: Hola Lydia, tengo que decirte que desde luego tuvo...

REcordando a Aquilino y a mi padre.
Un domingo en el metro de Madrid con mi padre. Esperando en el andén, de repente, se levanta corriendo y grita: ¡Coño, Aquilino! Todo el mundo le mira. En el andén de enfrente, Aquilino, perplejo, grita a su vez: ¡Fito, coño! Todo el mundo se echa a reír y mi padre y Aquilino, se ponen a charlar de todo lo que se les ocurrió sobre Herrera. Fue un número. Nosotros, nos partíamos de risa y un señor preguntó: ¿qué es lo que pasa? Nada, le replicó otro, dos paletos que se han encontrado en el metro de Madrid. Ellos siguieron ajenos a todo, hasta que llegó el tren de Aquilino y se acabó la conversación.
El grito de " ¡Coño, Aquilino! y ¡Fito, coño! fue tema de conversación y risa durante bastante tiempo en mi casa. Anécdotas de herrerenses en Madrid.

Hola Lydia, tengo que decirte que desde luego tuvo que ser de traca, pero ellos lo disfrutaron a su manera, sin importarles (los dimes y diretes) que es de lo que se trata, pasarlo bien cada uno como le plazca, los demás que digan lo que les parezca. Un saludo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Juan Carlos,
tienes razón en lo que dices. Y la anécdota de Chus es todavía más graciosa. Aprovecho para contar otra verídica de la que fuí testigo en Herrera. Una señora se acerca a otra que tiene un bebé en un cochecito. Ay, qué guapo, qué guapo, es clavadito, clavadito a su padre... (pausa) Y por cierto, ¿con quién te casaste?. Esto ocurrió un día de mercado. La mujer no era de Herrera, pero la madre con el bebé, si.