Churreria Familia Serna-Mínguez, HERRERA DE PISUERGA

¡Qué ricos churros, qué buenos nos sabían! Fueron una de las alegrías de infancia que no se olvidan.
Gracias, Sra. Máxima.
¡Cuántas mujeres como ella nos han dejado huella!
Otra foto para el recuerdo. ¿Quién no se acuerda de la señora Máxima con los palos sacando
la "espiral" de churros? Las personas se van y las cosas también. Sólo en nuestra memoria se
mantienen gratamente frescas. ¡Churritos calientes! Dios mío, ¡Cuántos años...!