Que nombre más curioso el de la dulzaina.
Yo recuerdo, y creo que ya lo he contado, a Martín y Bosio que animaban las calles y hacián una parada en cada bar. Eso hacía que la gente entrara y consumiera, a cambio el bar les invitaba.
Lo que he oído comentar es que no se hablaban, solo quedaban para tocar e iban cada uno a un lado de la calle y en los bares se ponía uno a cada punta de la barra. Esto quizás entre en el capítulo de Emilio de mitos, leyendas, mentiras y verdades.
Yo recuerdo, y creo que ya lo he contado, a Martín y Bosio que animaban las calles y hacián una parada en cada bar. Eso hacía que la gente entrara y consumiera, a cambio el bar les invitaba.
Lo que he oído comentar es que no se hablaban, solo quedaban para tocar e iban cada uno a un lado de la calle y en los bares se ponía uno a cada punta de la barra. Esto quizás entre en el capítulo de Emilio de mitos, leyendas, mentiras y verdades.
si me das tu permiso Felix, hago un relato de Martin y Bosio.