"Una abuelita nos contaba cómo ella desayunaba La Buena María de Fontaneda y ahora es ella quien se las da a su nieta en el desayuno o la merienda", comenta Melek. El directivo asegura que la empresa pretende transmitir la cantidad de "cosas buenas" que Fontaneda ha transmitido en cada una de sus cajas a lo largo de sus 130 años de historia.