Las hojas verdes del
olivo se van lavando poco a poco.
En la
calle brilla el asfalto.
Está mojado.
La baqueta del tiempo golpea en las hojas secas.
Un viento dócil las mece.
La
lluvia canta con voz suave en la
noche hueca.
La vieja canción que entonan la lluvia y el viento, ya la conozco.
¡Llego hace tanto a mi alma!
A través del vidrio de la
ventana, en un escalofrío, miro la calle iluminada.
Se ve algún copo de
nieve, despistado entre la lluvia, caer lento.
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