La luna creciente (que grande está ya la jodida) escondida sobre el alero del tejado me envía de soslayo unos rayos de luz plateada que alumbran los bordes de mi escondrijo, allí donde pierdo el tiempo, y a veces, pienso. Allí, creo, he conseguido entender algo de las cosas de la vida.
A veces, en noches con la de hoy, tranquilas, otra luna un poco más grande, me contó cosas que otros, también viejos, e idos ya casi todos, pusieron en letras escritas sobre papeles amarillentos.
Me contó una noche ... (ver texto completo)
A veces, en noches con la de hoy, tranquilas, otra luna un poco más grande, me contó cosas que otros, también viejos, e idos ya casi todos, pusieron en letras escritas sobre papeles amarillentos.
Me contó una noche ... (ver texto completo)