Compramos energía a futuro



Gracias por la lisonja. Gracias por haberte hecho presente y por acompañar en esta página que la gente del pueblo ha abandonado, y aunque sé que la visitan, callan. Contaré hoy una lisonja de hace algún tiempo " quién será ese cabronazo...?" silencio. Fue un buen momento.
En lo de "siendo de pueblo" diré, y digo, que solo los que tenemos ese privilegio, sabemos lo importante que puede ser conocer también la ciudad, la pequeña y la grande, y olvidarla.
Gracias por pasar por mi puerta, felicidad, ... (ver texto completo)
No te quejes, en mi pueblo y está al ladito del tuyo, podríamos ir andando, yo estoy bien sola. Nadie escribe, entran y salen de puntillas, y aquí sí que no hay huellas que valgan, son realmente invisibles, opodríamos añadir, más -ibles, pero el respeto a la libertad es lo más grande que como personas podemos regalarnos recíprocamente. Ah, lo de pasar por tu puerta, que bonita metáfora. Por la mía tambien ha pasado e intento como tú atraparla, tenemos derecho a ser felices y que nada de lo que hagan ... (ver texto completo)
Rogelio, me encanta tu prosa, si es tuya mejor aún, porque me agrada que siendo gente de pueblo, vuelvas, y escribas y recuerdes y describas tan bien y con los vocablos justos lo que sucedia dentro, mostrando el paisaje perfecto.
Es una prosa cuasi poética, y disfrutas al leer. Continúa escribiendo más de uno te lo agradecerá.
GRACIAS POR ESTE RATO.
Gracias por la lisonja. Gracias por haberte hecho presente y por acompañar en esta página que la gente del pueblo ha abandonado, y aunque sé que la visitan, callan. Contaré hoy una lisonja de hace algún tiempo " quién será ese cabronazo...?" silencio. Fue un buen momento.
En lo de "siendo de pueblo" diré, y digo, que solo los que tenemos ese privilegio, sabemos lo importante que puede ser conocer también la ciudad, la pequeña y la grande, y olvidarla.
Gracias por pasar por mi puerta, felicidad, ... (ver texto completo)
Y estaba solo. Solo entre tanta gente, su gente, otra gente, la gente.
Y se entrenaba en los momentos duros, muy duros. Se acostumbraba a no esperar nada. Nada espera de casi nadie, pero hoy, hoy ha sido... hoy ha sido otro día más. Hoy ha llamado a una puerta y se escuchó una voz que decía: si ya voy...
y esperó, y esperó, y esperó. Y nadie, nadie abrió la puerta.
Y no esperaba nada de nadie, pero estaba triste, muy triste...
Le faltaba entrenamiento, aunque los músculos del corazón ya se hayan ... (ver texto completo)
Rogelio, me encanta tu prosa, si es tuya mejor aún, porque me agrada que siendo gente de pueblo, vuelvas, y escribas y recuerdes y describas tan bien y con los vocablos justos lo que sucedia dentro, mostrando el paisaje perfecto.
Es una prosa cuasi poética, y disfrutas al leer. Continúa escribiendo más de uno te lo agradecerá.
GRACIAS POR ESTE RATO.
Y estaba solo. Solo entre tanta gente, su gente, otra gente, la gente.
Y se entrenaba en los momentos duros, muy duros. Se acostumbraba a no esperar nada. Nada espera de casi nadie, pero hoy, hoy ha sido... hoy ha sido otro día más. Hoy ha llamado a una puerta y se escuchó una voz que decía: si ya voy...
y esperó, y esperó, y esperó. Y nadie, nadie abrió la puerta.
Y no esperaba nada de nadie, pero estaba triste, muy triste...
Le faltaba entrenamiento, aunque los músculos del corazón ya se hayan ... (ver texto completo)
Y los mejores quesos de oveja siempre fueron los de Ovidio
José María
Hola, me gustaría que alguien me dijera si conocen a un chico que se llama Alex de ahí de Valdemorialla, coincidimos hace unos 22 años o así en un campo de trabajo en Zarza de granadilla, Extremadura, con un grupo de ahí de ése pueblo y nos gustaría volver a saber de ellos, gracias.
perdían entre sus silbidos, yo iba pensando en la conversación que habíamos tenido resguardados del frío en la manojera, un poco antes, y así fue que se me ha quedado gravada en la memoria, aquella tarde de viento y frio insoportables, de miembros rígidos, aire limpio, de vida dura, de confidencias entreveladas, y aquellos detalles de calidad humana y aquellas sensaciones, han quedado para siempre unidas a la visión flotante de la luz en el llano, a la juventud primera, (si es que lo era) y a la ... (ver texto completo)
Allí, arrebujados en los viejísimos tabardos, frotándonos las manos con ánimo de entrar en calor, Tonino sacó un paquete de cigarrillos, (celtas creo) un poco arrugados de estar paseándose mucho tiempo por el bolsillo y recibiendo golpes, me ofreció uno diciéndome: toma, te ayudará a entrar en calor, y así fue, una vez encendido, poníamos las manos en cuenco alrededor del pitillo, y entre la brasa y el humo algo de calor se notaba en los dedos casi rígidos del frío. Allí, recostados contra los palos, rehechos ya un poco, me explicó una de las aventuras que le tocó vivir durante los aciagos días de la guerra civil. Allá por los campos de batalla de Teruel, un día fueron superados por el enemigo y se quedaron aislados de su unidad, sin saber cómo podían reincorporarse a ella, sin ningún tipo de avituallamiento ni posibilidad de encontrarlo. De día se escondían como podían, y por la noche avanzaban en la oscuridad; el frío era terrible, no podían hacer fuego por miedo a ser descubiertos y el hambre era ya de tres días cuando, en el amanecer, se encontraron que estaban en un campo sembrado de patatas, y sacando el machete comenzaron a escarbar en la tierra helada hasta conseguir sacar alguna, y allí mismo se las comieron, crudas y congeladas, tal era la necesidad. Decía que eran malísimas e indigestas, pero los ácidos que llenaban su estómago no tuvieron problemas en digerirlas. Se llevaron unas cuantas y se arriesgaron a hacer fuego y cocerlas en una lata que se encontraron, el agua se la suministró la nieve que cubría la tierra, y decía que no las dieron tiempo a cocerse, que aun estaban duras cuando pinchándolas con la punta del machete, se las comían con piel incluida y no echaron en falta la sal, decía que fue las mejores patatas que en su vida había comido. No recuerdo cómo ni cuándo consiguieron reincorporarse a su unidad, pero recuerdo que siguió un poco más la conversación y ésta llevo a otra parecida también sobre necesidades, penas y dolores y cómo estas precariedades hacen que en la vida se aprecien de distinta manera las cosas. Por ejemplo dijo: mira esos hombres que lo tienen todo, están en su casa con calefacción, buena y mucha comida, buena bebida y después se fuman un puro, jamás disfrutarán tanto como lo hemos hecho nosotros con ese cigarrillo que nos acabamos de fumar, ellos tienen de todo y cuando se tiene todo, nada tiene importancia, pero cuando no hay casi de nada, un pequeño placer puede llegar a ser sublime.
Aquella tarde, continuamos con la poda por un tiempo corto, pues el frío era insoportable y al fin decidió que era mejor volvernos a casa y no seguir jugándonos la salud con el cortante viento del norte. Más tarde, cuando caminábamos camino a casa con las tijeras colgando del brazo, las manos escondidas en los bolsillos y aquella gorra con orejeras, calada a fondo, la cabeza ladeada presentando batalla al viento, en silencio, pues las palabras se perdían entre sus silbidos ... (ver texto completo)
ACRÓSTICO DE ….

V alle muy bonito.
A preciado por todos.
L uz para sus vecinos.
L oado por los visitantes.
E speranza presente y futura.
C onsciente de las dificultades.
I ngenio en el trabajo diario.
L ucha incansable por mejorar.
L isto para no quedarse atrás.
O lé, olé, olé por mi pueblo.
Ignacio Pertejo ... (ver texto completo)
Me gusta todo lo que sea de mi pueblo. Me ha sorprendido el pino y es la primera vez que entro y quisiera saber cómo poner unos poemas que he hecho sobre nuestro pueblo. Muchas gracias.
Hola, Pedro.
Sabrás que yo soy de Villeza, hijo de Lorenzo. tomé la foto desde "Las Pedreras", ya bien dentro del campo de Vallecillo. Para colocar poemas, fotos... entras a la página igual que hiciste, en "mensajes" te inscribes con tu mail y lo envías. Los responsables de la página te lo aceptan en breve tiempo. Prueba...
Me gusta todo lo que sea de mi pueblo. Me ha sorprendido el pino y es la primera vez que entro y quisiera saber cómo poner unos poemas que he hecho sobre nuestro pueblo. Muchas gracias.
Estos días estamos disfrutando de unos vientos, fuertes y fríos, y si un día es fuerte al siguiente se supera. Estos días las gorras no cubren las cabezas pues salen volando sin necesidad de disponer de alas para hacerlo.
Cada año, cuando llegan estos episodios de vientos, me vuelven a la memoria unos momentos inolvidables de aquellos días en que pasábamos de la escuela al azadón, es decir: nos habían hecho hombres sin ser otra cosa que niños en un cuerpo grande, alto y flaco, sin derecho a jugar, ... (ver texto completo)
¿Quién, o qué, es lo que ha parado en esta foto el tiempo?
Es extraño el sitio, el punto, el momento. No era sitio de juegos; a esa hora, el sol había de ser como fuego pues casi no hace sombra. Quién disparó el objetivo no vivía la vida del pueblo. La gente del pueblo ha trabajado hasta media mañana y ahora debe estar descansando, quizá en la bodega, quizá ya en la siesta, por aquellos años se comía más temprano.
Solo dos casas, dos puertas cerradas, y allá en el centro, las paredes de los corrales, ... (ver texto completo)
en este pueblo, ZALAMILLAS CL - 621 MAYORGA, VALDESPINO CERON CV - 233.7

CV - 233. 1 CASTILFALE.
Hola Rogelio, me alegro que te guste la foto.
Efectivamente soy Llanos, y vivia en la plaza hija de Pedrito y Rafaela
Te indico los que a parecemos en la foto segun la ves de Izquierda a derecha:
En la parte superior esta Poli, seguida de su hermano y por ultimo yo (llanos)
Debajo de Poli esta Bene, seguida de mi hermano Rafael y de Isabel.
Y por ultimo el Zar, mi perro.
Un saludo
Gracias por la identificación. Sospeché que si tú eras Llanos, nuestra Llanos, podías ser la de las trenzas, pero el resto, ha sido una sorpresa enorme.
Poli, tan guapa, Bene, Isabel, Tu hermano, tú, tan niños y Marcelino tan niño grande, a punto de ser mozalbete, (en aquellos años no existía la adolescencia) se pasaba de la escuela al arado y el azadón, y un día te dabas cuenta que ya no te dejaban jugar porque ya eras, decían, un hombre. Pobre Marcelino, tanto tiempo ya que se fue…
Y esas casas ... (ver texto completo)