Pintóse de gris el cielo, y en la calma y el silencio, cesó un momento el frío y empezó a nevar.
Con una aún mas intensa, hace algunos añitos, y por esos mismos campos, en un día soleado, salimos a cazar al lobo. El jefe era Vicente, que iba al frente con su escopeta de palo.
No sé porqué razón nuestras madres no se lo creyeron y cuando llegamos a casa (era la hora de comer) nos quitaron el frío con una zapatilla. Que tiempos.