Quisiera Bierzo mío
saludarte a todas horas
con mi humilde poesía,
como saluda la aurora
cuando se acerca el día.
Quisiera querido Bierzo
abrazar tu hermosura
y hacer con tu belleza
un adornado templo,
lleno de rojos pimientos,
para brindar con tus vinos
comiendo un sabroso botillo.
Yo te ofrezco Bierzo mío
los poemas de mis libros,
donde pregono tu belleza
con el fervoroso sentimiento
que llevo en el corazón,
para pregonar a todos los vientos
lo que yo siento por El Bierzo.
He podido comprobar, que
todo el que al Bierzo llega
ya no se quiere marchar,
porque jamás podrá olvidar
el placer de la amistad
que el berciano sabe dar.
Abrazos de Anselmo Prada León
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