Soy de Quintana y he conocido Colinas desde que siendo niño pastoreaba las
cabras con mi padre junto a los pastores de Colinas en la Campa de Fuentelabraña. ¡Buenas gentes las de este
pueblo! Como las hay en todos los
pueblos, y dura, muy dura era la vida de aquellas gentes teniendo que arar las faldas del Catotute y Bubín. Escasa era la cosecha y mucha era la tarea de arar, acarrear y majar. Recuerdo ver sus pequeños
carros cargados de centeno en Agosto con las parejas de
vacas sorteando cuestas
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