Después de tiempo, entro con esta
flor que en su día regalé a una persona que ya no está por aquí, pero que era muy entrañable para mí.
El arbusto sigue vivo en el lugar que lo deje y en época de floración deleita los ojos de quien lo mira y se fija.
Soy como los ojos del Guadiana, pero el
agua está ahí y fluye, aunque en algunos momentos o parajes se estanque, luego brota de nuevo y retoma su cauce.
Deciros que no estoy al día, si hay acontecimientos relevantes, sea lo que sea que todo os
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