La casa más elemental aparece con una planta rectangular y una sola altura disponiéndose dos bloques. Uno destinado a la vivienda y otro a las cuadras separadas en los casos más elementales por una división a base de tabique, bien de tabla, bien de encestado revestido, o bien, en un modelo más evolucionado, por muro de mampostería, que incluso puede estar señalado en la propia cubierta sobresaliendo de la cubrición. La vivienda propiamente dicha se compone de dos espacios básicos, la cocina y el cuarto o cuartón, con un espacio intermedio de acceso que conecta bien a la cocina o bien al cuartón.
La cocina aparece constituida por el hogar conformado por losas de piedra, junto al que se disponen los escaños, el vasar, la alacena, no existiendo chimenea, escapando el humo entre la cubrición y por la ventana de la misma. Además se sitúa el horno de planta circular, que aparece pegado a una de las esquinas, sin que se denote al exterior, constituido por un basamento pétreo y la bóveda de adobes, y junto a él la masera y el resto del mobiliario de la cocina.
El cuartón es el espacio destinado a dormitorio de la familia, pudiendo además hacer las veces de estancia. Dentro de él o en el espacio intermedio se dispone la panera, para la guarda del grano, creada por unos esquinales de madera y cerrada por tablas.
Es frecuente que si la casa se dispone en una pendiente el espacio de cocina se sitúa sobre el terreno en la cota más elevada y se cree bajo el espacio del cuartón un semisótano que recibe el significativo nombre de "los infiernos", separando del terreno el suelo de tabla de dicho espacio. Incluso puede crearse una pequeña cuadra bajo él.
La casa puede complejizarse y crear una planta en ele que conforma el patio. Pueden encontrarse ejemplares de este tipo en Villayuste, Soto y Amío, Santovenia, Camposalinas, Oterico, Ceide, Bonella, La Urz, Castro de la Lomba, Rosales, Villarín de Riello, Ariego de Abajo, Sosas del Cumbral, Villadepán, Villanueva, Rodicol o Barrio de la Puente. O llegar a crear una U como en Lago [Lago de Omaña], Folloso, Robledo o Posada de Omaña.
En el corral además de las cuadras, que suelen disponer el pajar encima, aprovechando el espacio bajo la cubierta, puede aparecer un portalón o cobertizo de acceso que sirve para guardar el carro y aperos además de completar el espacio de almacenaje y el pajar, e incluso la cuadra. Otro elemento que puede estar presente es el pozo que casi siempre está cubierto, disponiéndose incluso delante del acceso exterior de la casa, con un pequeño tejadillo sobre él.
La construcción está compuesta por muros de carga de mampostería pétrea constituida por esquistos y otros materiales igualmente pétreos y en la que destacan a veces las grandes piedras que constituyen los huecos, en especial el alféizar, aspecto muy común en gran parte de la montaña leonesa.
El suelo se dispone de losa en la cocina. Y del mismo material o tierra apisonada en el resto, que cuando se separa del terreno es de entablado de madera.
Los huecos son pequeños como corresponde a un clima de montaña y a la no presencia de ventanas con vidrio, apareciendo en los huecos mayores, como los bocarones del pajar, el cargadero de madera que es a menudo el propio cerco de la carpintería que lo cierra.
La cubierta está formada por unas tijeras o cerchas elementales sobre las que apoyan la cumbrera y las tercias y sobre ellas las maderas que sirven de apoyo al cuelmo de paja de centeno. Muy frecuentemente las cubiertas a dos aguas aparecen enmarcadas por un testero resaltado y escalonado que continúa el muro de carga, aunque puede también tener 3 o 4 aguas.
El carácter de transición con las plantas redondeadas que se encuentra en el Bierzo se reflejan en la presencia de bordes redondeados en las plantas, que llegan a constituir en sus lados menores semicírculos como señal que la llamada palloza no es un caso aislado. Ejemplares como estas características los encontramos hoy en Lago, La Urz, Andarraso, Ariego de Abajo, Villanueva de Omaña y Barrio de la Puente.
La cocina aparece constituida por el hogar conformado por losas de piedra, junto al que se disponen los escaños, el vasar, la alacena, no existiendo chimenea, escapando el humo entre la cubrición y por la ventana de la misma. Además se sitúa el horno de planta circular, que aparece pegado a una de las esquinas, sin que se denote al exterior, constituido por un basamento pétreo y la bóveda de adobes, y junto a él la masera y el resto del mobiliario de la cocina.
El cuartón es el espacio destinado a dormitorio de la familia, pudiendo además hacer las veces de estancia. Dentro de él o en el espacio intermedio se dispone la panera, para la guarda del grano, creada por unos esquinales de madera y cerrada por tablas.
Es frecuente que si la casa se dispone en una pendiente el espacio de cocina se sitúa sobre el terreno en la cota más elevada y se cree bajo el espacio del cuartón un semisótano que recibe el significativo nombre de "los infiernos", separando del terreno el suelo de tabla de dicho espacio. Incluso puede crearse una pequeña cuadra bajo él.
La casa puede complejizarse y crear una planta en ele que conforma el patio. Pueden encontrarse ejemplares de este tipo en Villayuste, Soto y Amío, Santovenia, Camposalinas, Oterico, Ceide, Bonella, La Urz, Castro de la Lomba, Rosales, Villarín de Riello, Ariego de Abajo, Sosas del Cumbral, Villadepán, Villanueva, Rodicol o Barrio de la Puente. O llegar a crear una U como en Lago [Lago de Omaña], Folloso, Robledo o Posada de Omaña.
En el corral además de las cuadras, que suelen disponer el pajar encima, aprovechando el espacio bajo la cubierta, puede aparecer un portalón o cobertizo de acceso que sirve para guardar el carro y aperos además de completar el espacio de almacenaje y el pajar, e incluso la cuadra. Otro elemento que puede estar presente es el pozo que casi siempre está cubierto, disponiéndose incluso delante del acceso exterior de la casa, con un pequeño tejadillo sobre él.
La construcción está compuesta por muros de carga de mampostería pétrea constituida por esquistos y otros materiales igualmente pétreos y en la que destacan a veces las grandes piedras que constituyen los huecos, en especial el alféizar, aspecto muy común en gran parte de la montaña leonesa.
El suelo se dispone de losa en la cocina. Y del mismo material o tierra apisonada en el resto, que cuando se separa del terreno es de entablado de madera.
Los huecos son pequeños como corresponde a un clima de montaña y a la no presencia de ventanas con vidrio, apareciendo en los huecos mayores, como los bocarones del pajar, el cargadero de madera que es a menudo el propio cerco de la carpintería que lo cierra.
La cubierta está formada por unas tijeras o cerchas elementales sobre las que apoyan la cumbrera y las tercias y sobre ellas las maderas que sirven de apoyo al cuelmo de paja de centeno. Muy frecuentemente las cubiertas a dos aguas aparecen enmarcadas por un testero resaltado y escalonado que continúa el muro de carga, aunque puede también tener 3 o 4 aguas.
El carácter de transición con las plantas redondeadas que se encuentra en el Bierzo se reflejan en la presencia de bordes redondeados en las plantas, que llegan a constituir en sus lados menores semicírculos como señal que la llamada palloza no es un caso aislado. Ejemplares como estas características los encontramos hoy en Lago, La Urz, Andarraso, Ariego de Abajo, Villanueva de Omaña y Barrio de la Puente.
