Salvo que son de la misma época, góticas ambas; que son paso obligado para los peregrinos a Compostela; que pertenecen a la misma Comunidad Autónoma y alguna cosa más, el parecido entre esta catedral y la de Burgos, al menos exteriormente, no se parecen mucho a ojos de cualquier profano. No obstante, Correos ha ilustrado un sello dedicado a León con una imagen de la catedral burgalesa y, al parecer, en todo el proceso exigido para la publicación y puesta en circulación de ese signo de franqueo de la correspondencia, nadie se percató de la diferencia. El tema es que el Presidente de la sociedad estatal que es Correos se presentó en León con el susodicho sello, se disculpó ante las autoridades leonesas y prometió un nuevo sello para la catedral del Viejo Reino. No es la primera vez que Correos ilustra sus sellos con las imágenes de estas dos catedrales y otras del resto de España, pero si es la primera vez que confunde dos catedrales. Todo el mundo tiene derecho a tener un mal día.
