Nos hablan las crónicas del paso de Almanzor por estas tierras a finales del primer milenio, devastando la ciudad y destruyendo sus templos. No obstante, parece que los daños ocasionados a la
fábrica de la
Catedral debieron de ser fácilmente resarcidos, ya que el año 999 era coronado en ella, en un acontecimiento lleno de esplendor, el rey [Alfonso V]. Tras una sucesión de revueltas políticas y de duras empresas bélicas, hacia el 1067 el estado de la Catedral era de suma pobreza. Ello conmovería
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