Se utilizaba para algo?
No se si utilizaba para algo, yo creo que no.
Aquí es costumbre regalarlo el día de Santa Lucia, dicen, que da suerte durante el año, yo creo que la suerte es para el que lo vende que gana dinero.
Por cierto Tirso, yo se donde esta ese árbol.
Aquí es costumbre regalarlo el día de Santa Lucia, dicen, que da suerte durante el año, yo creo que la suerte es para el que lo vende que gana dinero.
Por cierto Tirso, yo se donde esta ese árbol.
Claro, pasas por ahi de vez en cuando.
Muy a menudo, ya casi conozco hasta las piedras. En Rosales hay mucho muérdago, yo en Cornombre creo que no lo había visto apenas, no se si ahora lo hay o no.
Solo lo he visto en Folloso y Guisatecha.
Hola otra vez, Tirso. Sácanos de dudas y dinos dónde está el arbolito con su muérdago?
¿El árbol que lo sustenta es un roble? ¿Está seco? ¿En qué zona de Folloso lo has visto?
Un abrazo.
¿El árbol que lo sustenta es un roble? ¿Está seco? ¿En qué zona de Folloso lo has visto?
Un abrazo.
Hola Peña: aunque la pregunta era para Tirso, me atrevi a entrometerme porque creo que lo podrás situar mejor si te digo de quien era la finca donde esta.
Este árbol es o era, un manzano y esta a lado de la pared de una era que dice Tista que era de Sipa y esta a lado de la iglesia a la parte de abajo.
El árbol en cuestión esta ya muerto, o casi.
Seguro que alguna vez te habrás subido a el, aunque fuera desde la pared, a coger las manzanas o, ¿me equivoco?.
Un saludo.
Este árbol es o era, un manzano y esta a lado de la pared de una era que dice Tista que era de Sipa y esta a lado de la iglesia a la parte de abajo.
El árbol en cuestión esta ya muerto, o casi.
Seguro que alguna vez te habrás subido a el, aunque fuera desde la pared, a coger las manzanas o, ¿me equivoco?.
Un saludo.
Hola Isabel, de entrometida nada, lo has situado perfectamente y te lo agradezco. Seguramente me subiría alguna vez y desde la pared claro y sobre todo si era un manzanal que daba las primeras manzanas que llabámos de San Juan. Eran unas manzanas un poco ácidas con mucho agua. Eran las primeras de todo el pueblo. Viniendo de la Iglesia hacia Rosales, pasado el cancillón de entrada a la era de Sipa a la izquierda. Más de una vez recolecté alguna con Anónimo y con El Carballo, ¿Os acordáis?.
El que da cobijo al parasitario muérdago no sé cual es, pero es igual. Ha sido motivo de pasear por el juego de los bolos, atravesar la LLamica y tirar un palo a las peras de agua de Los Beltrán, eran las mejores peras de toda la Lomba y parte del extranjero, aunque cuando caían sobre las peñas del camino quedaban medio machucadas y llenas de tierra y alguna paja, pero era igual, estában buenísimas. Había que comerla deprisa antes de llegar a la puerta de los amos que no te vieran comer peras. Seguramente no te dirían nada, pero la mala conciencia de niño te hacía desarrollar aquellas conductas. A mi las peras me gustaban muchísimo, seguramente, por deseo carencial. En mi casa no había ni un solo peral. Ni tempranas, ni redondas, ni de D. Guindo, ni de invierno. Cero. El deseo como puedes comprender era grande. Gracias por la información.
Un abrazo para ti y otro para Tista.
El que da cobijo al parasitario muérdago no sé cual es, pero es igual. Ha sido motivo de pasear por el juego de los bolos, atravesar la LLamica y tirar un palo a las peras de agua de Los Beltrán, eran las mejores peras de toda la Lomba y parte del extranjero, aunque cuando caían sobre las peñas del camino quedaban medio machucadas y llenas de tierra y alguna paja, pero era igual, estában buenísimas. Había que comerla deprisa antes de llegar a la puerta de los amos que no te vieran comer peras. Seguramente no te dirían nada, pero la mala conciencia de niño te hacía desarrollar aquellas conductas. A mi las peras me gustaban muchísimo, seguramente, por deseo carencial. En mi casa no había ni un solo peral. Ni tempranas, ni redondas, ni de D. Guindo, ni de invierno. Cero. El deseo como puedes comprender era grande. Gracias por la información.
Un abrazo para ti y otro para Tista.
Lo de las peras me ha recordado que en Garueña había un manzano que a finales de agosto daba unas manzanas pequeñitas y algo acidas que nos traian por la calle de la amargura a los rapaces del pueblo cada vez que pasabamos cogiamos las que podiamos, menos mal que el dueño nunca nos dijo nada. Y ojo no era por falta pues en mi casa había unas cuantas.
