Compramos energía a futuro

San Lorenzo en Folloso
Hola Peña, como siempre da gusto leer tus relatos, sobre el fumar, yo recuerdo hacer que fumaba con una grameta, creo que era el palo de la flor del gamón seco, como era poroso, chupábamos y parecía que fumábamos, sin encender, claro, si te veían jugar con fuego decían que por la noche que no se que pasaba....
El fumar de verdad en mi caso llego cuando aterrice en esta "gran ciudad", estaba de moda.... incluso recuerdo que tragaba el humo y decía, "el buen fumador que sabe fumar echa el humo después ... (ver texto completo)
Hola Raquel, hola Candileja.
Con los relatos de Peña ocurre una cosa, los que vivisteis experiencias parecidas en la niñez, pues leerlos os lleva de nuevo a revivirlas, pero lo verdaderamente valioso, es que, los que no vivimos nada parecido, también nos sentimos inmersos en ese mundo. Los relatos transmiten muchísimas sensaciones en pocas palabras. Yo creo que he llegado a comprender un poco la esencia de Omaña, gracias a Peña. Sin idealizaciones. Con toda su dureza, pero también con toda su belleza....
Y paro... que ya he escrito mucho.:-) ... (ver texto completo)
Todos los relatos son deliciosos para poder contarlos así hay que vivirlos...... Este me ha llevado a algo parecido que yo viví al oscurecer entre grandes árboles y con ese silencio, que solo rompian los pájaros, el viento. y que alguna cencerra te sacaba de él y volvías a la realidad, a buen paso para salir de allí...... Recuerdas muchas palabras que están casi olvidadas. Gracias por compartir tu buen hacer.
Hola Candileja,
Es que algunos lugares de nuestra orografía montañesa eran tan solitarios, y tan sombríos, y tan poco pisados que imponían. Además, seguro que las fuerzas telúricas también jugaban su papel y la alerta hacía apretar el paso y hasta que no te reencontrabas con lo reconocible, la cencerra, el zumbo o el ladrido del perro, no aflojabas y la respiración, entonces, volvía a ritmos de normalidad y el corazón tomaba sosiego y dejaba de estar oprimido en el pecho y el vello dejaba la rigidez y la calma volvía a reinar y entonces podíamos, otra vez, respirar profundamente. Es nuestra tierra y sus silentes rincones que nos atraparon en años de niñez.

Un abrazo. ... (ver texto completo)
Hola Peña, como siempre da gusto leer tus relatos, sobre el fumar, yo recuerdo hacer que fumaba con una grameta, creo que era el palo de la flor del gamón seco, como era poroso, chupábamos y parecía que fumábamos, sin encender, claro, si te veían jugar con fuego decían que por la noche que no se que pasaba....
El fumar de verdad en mi caso llego cuando aterrice en esta "gran ciudad", estaba de moda.... incluso recuerdo que tragaba el humo y decía, "el buen fumador que sabe fumar echa el humo después ... (ver texto completo)
Hola Raquel,
Me hablas de los gamones. En el término de mi pueblo no había. Yo los recuerdo en sacos cuando los traían de montes lejanos para los cerdos. Anónimo y El Carballo hablaban un día que habían ido a buscar gamones a los montes de Cornombre o Manzaneda y que los habían "prindado", y Tirso bromeaba un poco con todo ello.
Lo de "el buen fumador que sabe fumar..." también lo decíamos nosotros, y si jugabas con fuego te espetaban: " esta noche mearás la cama".
Me alegro que también pertenezcas ... (ver texto completo)
En Folloso, los rapaces, llegada la primavera, en cualquier rato libre, íbamos a buscar nidos. Nuestro objetivo era saber su localización y cuantos más mejor. Llegada la época del apareamiento, obsebávamos las cabriolas de los pájaros y el chillar nervioso y los vuelos rasantes y el casi llevarse por delante la chimenea o la rama de aquel peral o el tronco abultado del nogal. Para acto seguido ver el trabajoso acopio de pajas, ramitas, lanas, plumas, y el barro de las afanosas golondrinas que llenaban ... (ver texto completo)
Todos los relatos son deliciosos para poder contarlos así hay que vivirlos...... Este me ha llevado a algo parecido que yo viví al oscurecer entre grandes árboles y con ese silencio, que solo rompian los pájaros, el viento. y que alguna cencerra te sacaba de él y volvías a la realidad, a buen paso para salir de allí...... Recuerdas muchas palabras que están casi olvidadas. Gracias por compartir tu buen hacer.
Con doce años ya empecé a dar alguna calada a algún cigarrillo de bisonte que comprábamos sueltos en algún quiosco o en alguna caramelera del Arco de la Cárcel. Solía ser un cigarrillo compartido en que las caladas se contaban para que fuese totalmente equitativa la culpabilidad por haber atravesado la barrera de lo prohibido. Solíamos sacar el humo por la nariz, toser de lo lindo cuando el humo se adentraba con más profundidad y quemarnos la boca con el humo recalentado de la alta frecuencia de ... (ver texto completo)
Hola Peña, como siempre da gusto leer tus relatos, sobre el fumar, yo recuerdo hacer que fumaba con una grameta, creo que era el palo de la flor del gamón seco, como era poroso, chupábamos y parecía que fumábamos, sin encender, claro, si te veían jugar con fuego decían que por la noche que no se que pasaba....
El fumar de verdad en mi caso llego cuando aterrice en esta "gran ciudad", estaba de moda.... incluso recuerdo que tragaba el humo y decía, "el buen fumador que sabe fumar echa el humo después ... (ver texto completo)
De nuevo quiero mostrarme agradecido a los foreros que entraron posteriormente expresándome sus sentimientos, que creo son Anónimo, AMA, Aurelio y sus hermanos, y también Laureanín. Gracias y un abrazo.
En 1989 se creó en Barcelona el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y desde sus orígenes ha sido dirigido por el pensador Josep Ramoneda y lo ha convertido en un centro de referencia mundial en cuanto a creación y difusión de pensamiento así como en expositor de obra gráfica, musical, cinéfila y electrónica...
A modo de ejemplo ilustrativo, decir que han pasado por la Institución siete millones de usuarios, dos mil comferenciantes de talla mundial y se han organizado más de tres cientos ... (ver texto completo)
Hola Peña, mis correrías por los montes de Omaña son a pie, utilizo un viejo Land Rover para llegar al destino elegido y luego a pata y cayado, en la mina la Cobriza he estado en varias ocasiones y en la última me prometí no volver mas, se ha deteriorado mucho en poco tiempo, el suelo de las galerías ya no es firme y se han abierto agujeros que comunican con las galerías inferiores, tienes que tener extremo cuidado de mirar donde pisas y como lo haces sino te puedes precipitar al vacío, por otra ... (ver texto completo)
Hola Paco,
Gracias por la explicación tan exhaustiva y por la información tan de primera mano sobre la situación de la mina y los peligros que conlleva el acercarse a sus alrededores.
Dada la situación y que parece que rondan visitantes, seguramente, atraídos por la publicidad de itinerarios que dices existen, habría que dar algún paso, ignoro si lo habéis hecho, pero una carta al Sr. Alcalde de Riello y otra al Excmo. Sr. Presidente de la Diputación de León, informándoles del peligro que corren ... (ver texto completo)
Hola Paco,

Me alegro que mis recuerdos reaviven los tuyos y que por lo menos refresquemos vocabulario y vivencias ya olvidados.
Gracias por recordarme lo de "colunbretas", menudos mareos cogíamos, rodando por las pendientes de los "praos". Todo mi empeño era bajar en línea recta, no me daba cuenta que las circunferencias que describían, al rodar, los pies y los hombros no eran iguales y siempre aparecía en el llano del prao, pero lejos del punto de referencia de la vertical.

La Jefa explicaba ... (ver texto completo)
Hola Peña, mis correrías por los montes de Omaña son a pie, utilizo un viejo Land Rover para llegar al destino elegido y luego a pata y cayado, en la mina la Cobriza he estado en varias ocasiones y en la última me prometí no volver mas, se ha deteriorado mucho en poco tiempo, el suelo de las galerías ya no es firme y se han abierto agujeros que comunican con las galerías inferiores, tienes que tener extremo cuidado de mirar donde pisas y como lo haces sino te puedes precipitar al vacío, por otra ... (ver texto completo)
El rapacín de Folloso todavía no tenía edad para ser rapacín, estaba en su más tierna edad y tenía la categoría de niño. Debía de ser por aquel tiempo del año que el clima es muy cambiante y los meteoros se presentan de inmediato sin casi tiempo de reacción.

Yo solía estar en el rellano de la escalera que daba a la calle y en mi atalaya controlaba el poco tráfico de personas y animales que por aquella encrucijada de caminos, transitaba. Aquella tarde apareció mi hermano mayor con el caballo, ... (ver texto completo)
Hola peña, me gusta que hayas empezado el año trabajador ya que con tus relatos nos haces revivir idénticas peripecias vividas en otras partes de la Omaña, en Villaceid a dar tumbos le llamábamos jugar a "Columbretas" y ganaba claro está el que mas vueltas daba, un abrazo.
Hola Paco,

Me alegro que mis recuerdos reaviven los tuyos y que por lo menos refresquemos vocabulario y vivencias ya olvidados.
Gracias por recordarme lo de "colunbretas", menudos mareos cogíamos, rodando por las pendientes de los "praos". Todo mi empeño era bajar en línea recta, no me daba cuenta que las circunferencias que describían, al rodar, los pies y los hombros no eran iguales y siempre aparecía en el llano del prao, pero lejos del punto de referencia de la vertical.

La Jefa explicaba no hace mucho que habían aparecido por la mina de Santibáñez, unos, no sabía, si buscadores de oro o domingueros mea-escobas, montados en unos triciclos grandes motorizados, ¿no serías tú uno de ellos? Si fue así explícanos las andanzas por las Majadas y si no, seguro que estuviste en mejor tiempo, explícanos tus impresiones y correrías por aquellos vericuetos y andurriales. Por alguna foto, más o menos reciente, "se me acuerda" que los caminos están bastante cerrados. Bueno, ahí te dejo tema para que nos expliques. Y si el monte de Abajo no te seduce, empieza con el de Arriba. Hace tiempo pedías ayuda para recorrer los montes de Vega y seguro que lo has hecho y tienes algo que contar que leeremos gustosamente.

Un abrazo ... (ver texto completo)
El Prao Lafuente.

Me imagino el cortejo fúnebre desfilando por las Llamas de la Iglesia para acompañar a Angel en su último viaje por las tierras de Folloso. Seguramente, después de dar sepultura a sus restos y después de las oraciones pertinentes por los familiares difuntos y dejada atrás la Iglesia Vieja con sus dos capillas de bóveda de cañón, Jacqueline, ya más sosegada, levantó la vista y contempló la serenidad transmitida por los caserones de Folloso al abrigo del frondoso robledal del Fuello. ... (ver texto completo)
Hola peña, me gusta que hayas empezado el año trabajador ya que con tus relatos nos haces revivir idénticas peripecias vividas en otras partes de la Omaña, en Villaceid a dar tumbos le llamábamos jugar a "Columbretas" y ganaba claro está el que mas vueltas daba, un abrazo.
En Folloso, los rapaces, llegada la primavera, en cualquier rato libre, íbamos a buscar nidos. Nuestro objetivo era saber su localización y cuantos más mejor. Llegada la época del apareamiento, obsebávamos las cabriolas de los pájaros y el chillar nervioso y los vuelos rasantes y el casi llevarse por delante la chimenea o la rama de aquel peral o el tronco abultado del nogal. Para acto seguido ver el trabajoso acopio de pajas, ramitas, lanas, plumas, y el barro de las afanosas golondrinas que llenaban ... (ver texto completo)
Hola Candileja,
Te imagino escuchando con concentrada atención preferencial a las palabras que de boca del abuelo te llevaban a mundos mágicos llenos de emociones.
Me recuerdas que en aquellos tiempos no había TV, los libros pocos y la radio con las interferencias típicas de las montañas que rodeaban nuestra tierra.
A Folloso no llegó la luz hasta bien entrados los sesentas. Se tuvieron que vende los rebollos centenarios del Fuello y de Oceo para que hiciesen el tendido y nos dieran corriente ... (ver texto completo)
Hola Peña, el seudónimo de candileja lo escogí por que da luz y tiene que ver con el nombre...... y me gustaba por el candil de aceite que había que encender cuando se iba la luz que era frecuente. La luz en casa se instaló cuando yo tenia unos 7 años, recuerdo a mi hermana y a mi dando saltos debajo de donde estaba la bombilla...... Mas adelante ya vino la luz de abajo y ya era mejor, ya se podia hacer muchas cosas las largas noches de invierno....... El farol se usaba para los sitios de la casa ... (ver texto completo)
Alrededor del solsticio de invierno, solía hacer un frío de mil demonios en Folloso. Por el día, con la actividad de los quehaceres cotidianos y si el día estaba despejado, había la suficiente energía calorífica como para que el frío no se notara mucho. Al anochecer recogidos en la cocina con un buen fuego en la cocina económica bilbaina y después de comer unas buenas patatas sazonadas con unos "chichos" y un buen pimentón picante de "Abajo"*, arrebañado el plato con un gotín de leche migado y a ... (ver texto completo)
Me gusta mucho este relato y me trae imagenes olvidadas. Cuando hablas de "al anochecer recogidos en la cocina... " me recuerda cuando no habia electricidad en Folloso, que en el último mensaje ya mencionas y que tienes razon: parece que era hace siglos y realmente no hace tanto. Como no habia tele.... pues habia que hacer algo para pasar el rato... mis recuerdos en casa de Sipa y Alicia son de algunas veces que despues de cenar en la cocina Sipa nos contaba "relatos", yo creo recordar que en la ... (ver texto completo)