CANALES: PREGÓN CALECHO DE OMAÑA...

PREGÓN CALECHO DE OMAÑA

Dicen que allá donde surge el agua surge la vida. Alrededor del río del que esta comarca toma el nombre se organiza un sistema de poblaciones que hunden sus raíces en tiempos anteriores a los romanos. En su propio nombre recoge Omaña toda su historia, una mezcla entre lo real y lo legendario que recrea una especie de realismo maravilloso que conforma la realidad de este lugar y de sus gentes.
Es esta una tierra de ídolos y castros, de oro en sus entrañas, de tesoros escondidos, de fuentes y ríos encantados, de zafarrones, de animales misteriosos como el urogallo. Aqua Magna o río grande, Homnes Manius u hombres dioses: Omaña al fin y al cabo.
Su historia actual no se entendería sin el apego hacia lo que la tradición ha convertido en norma y costumbre, e incluso ha elevado al rango de ley. Montañeses libres que se gestionan con la democracia natural del concejo, que conoce el lenguaje de las campanas, que trabajan en el beneficio del común, que su propia visión de la realidad se plasma incluso en una forma de nombrar las cosas distintas a otros lugares: en Omaña se vive a modín, las cocinas son de llar y en las pregancias cuelga la trébede. Al fuego de la lumbre se encetan los jamones y se degustan los chicos o los lloscos.
Aunque los tiempos cambien, aunque lo tradicional se quiera convertir en un lastre para los nuevos tiempos, aunque se intente acabar con los concejos, subastar esa riqueza que durante generaciones los habitantes de los pueblos han procurado para el mejor futuro de las generaciones venideras, no debemos olvidar nuestras raíces. Así como bajo esas techumbres de fea uralita todavía viven los teitos de cuelmo, en la memoria colectiva todavía sobreviven las historias y costumbres omañesas. Así debemos recordar que la Omaña, como una madre, siempre estará esperando a aquellos hijos que quieran volver.

Volvedes, fiyos, volvedes,
Que ya el mayo se desnevia
Y to lo torna fermoso
Po la Llomba tan cimera.
Volvedes a escomenzar
La Omaña, con outra empresa,
Que aquí tenedes el fierro
Que regolverá la tierra

Muchas son las gentes que han vuelto su mirada a esta tierra, que han investigado su particularidad, como el padre Morán Bardón, que recorrió todos sus rincones en bicicleta maravillándose con la importancia de lo cotidiano. Hoy con este Calecho, queremos rendir un especial homenaje a Don Florentino Agustín Díez, escritor y padre de Luis Mateo Díez, que fue un gran conocedor de la riqueza cultural de Omaña traducida en sus cuentos y leyendas. Prueba de ello son los relatos que hoy vamos a leer, como el romance de Mirabrina, El del Galán y la Calavera, Dorina la Pastorina, el vastio que to lo arrasa…
Pasad pues, invitados estáis a este calecho. Disfrutad de sus historias. No os emburriéis que hay sitio para todos. Tened cuidado de no arrimaros a la lumbre no os vayais a enfoscar. Y estad todos atentos, que este calecho va a comenzar.

Diego González
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Que bonito