Diario de León:
Una Caja que daba poder financiero a León y era una herramienta muy útil.
09/02/2013
La Caja ha sido para la ciudad y para la provincia de León uno de sus motores más importantes. Aquel proyecto nacido en 1900 se consolidó durante muchas décadas como una herramienta muy útil en lo financiero, en lo económico y también en lo social. Y ahora se pierde todo ese poder porque ya está garantizado que se producirá un desarraigo definitivo de la entidad financiera después de que se haya anunciado un desfase patrimonial que deja sin margen de maniobra a la Caja.
El control de la entidad financiera se alejará definitivamente y sin remedio de León en el corto plazo y es el momento para empezar a preguntarse qué ha ocurrido en realidad y también a plantear la necesidad de que los responsables ofrezcan las explicaciones necesarias para aclarar todo el daño generado a la ciudad y a la provincia.
A esta situación límite plasmada con los balances anunciados en la jornada ayer desde el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se llega tras una trayectoria en la que se generó una herencia que ahora emerge en las cuentas sin que ya nadie pueda ponerle remedio. De las decisiones tomadas en el pasado en la entidad financiera se llega hoy a una situación que lleva a la pérdida para todos los leoneses de una entidad que en su historia centenaria fue capaz de impulsar para la ciudad y para la provincia tanto proyectos económicos relevantes como servicios relevantes que van en ocasiones incluso más allá de lo social, como en el caso del Campus de la Universidad o la conservación del edificio de Botines.
De aquella herencia de gestiones aún sin explicar y cargadas de interrogantes se ha llegado a un último periodo de dos años marcado por una opacidad total mientras se decía que se estaba buscando una solución en forma de fusión con Unicaja. También se necesitan aclaraciones para saber realmente qué y cómo se negoció para que después de tanto tiempo se haya llegado a una situación límite sin que la Caja tenga una solución de futuro que no pase por su desarraigo irremediable de León.
De toda esta etapa queda la sensación de que la entidad malagueña ha sabido jugar muy bien sus bazas y ha apostado por una dilación en el tiempo que al final ha terminado por situar a la Caja resultante de la fusión de España y Duero en una situación límite. Esa fórmula de dilación ha conseguido un debilitamiento total de la postura que se podría defender desde la entidad castellano y leonesa que evidentemente va a dejar de formar parte de lo que se calificó reiteramente como el músculo financiero de la Comunidad. Unicaja buscaba comprar a precio de saldo y esa maniobra de dilación ha terminado por darle frutos porque en la Caja tampoco se tuvieron en cuenta las otras propuestas de fusión, que las hubo, para conseguir una solución de futuro para la entidad.
Ahora León pierde ese poder financiero sin remedio y deja escapar un instrumento que fue clave y que podría y debería ser fundamental en el futuro.
Una Caja que daba poder financiero a León y era una herramienta muy útil.
09/02/2013
La Caja ha sido para la ciudad y para la provincia de León uno de sus motores más importantes. Aquel proyecto nacido en 1900 se consolidó durante muchas décadas como una herramienta muy útil en lo financiero, en lo económico y también en lo social. Y ahora se pierde todo ese poder porque ya está garantizado que se producirá un desarraigo definitivo de la entidad financiera después de que se haya anunciado un desfase patrimonial que deja sin margen de maniobra a la Caja.
El control de la entidad financiera se alejará definitivamente y sin remedio de León en el corto plazo y es el momento para empezar a preguntarse qué ha ocurrido en realidad y también a plantear la necesidad de que los responsables ofrezcan las explicaciones necesarias para aclarar todo el daño generado a la ciudad y a la provincia.
A esta situación límite plasmada con los balances anunciados en la jornada ayer desde el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se llega tras una trayectoria en la que se generó una herencia que ahora emerge en las cuentas sin que ya nadie pueda ponerle remedio. De las decisiones tomadas en el pasado en la entidad financiera se llega hoy a una situación que lleva a la pérdida para todos los leoneses de una entidad que en su historia centenaria fue capaz de impulsar para la ciudad y para la provincia tanto proyectos económicos relevantes como servicios relevantes que van en ocasiones incluso más allá de lo social, como en el caso del Campus de la Universidad o la conservación del edificio de Botines.
De aquella herencia de gestiones aún sin explicar y cargadas de interrogantes se ha llegado a un último periodo de dos años marcado por una opacidad total mientras se decía que se estaba buscando una solución en forma de fusión con Unicaja. También se necesitan aclaraciones para saber realmente qué y cómo se negoció para que después de tanto tiempo se haya llegado a una situación límite sin que la Caja tenga una solución de futuro que no pase por su desarraigo irremediable de León.
De toda esta etapa queda la sensación de que la entidad malagueña ha sabido jugar muy bien sus bazas y ha apostado por una dilación en el tiempo que al final ha terminado por situar a la Caja resultante de la fusión de España y Duero en una situación límite. Esa fórmula de dilación ha conseguido un debilitamiento total de la postura que se podría defender desde la entidad castellano y leonesa que evidentemente va a dejar de formar parte de lo que se calificó reiteramente como el músculo financiero de la Comunidad. Unicaja buscaba comprar a precio de saldo y esa maniobra de dilación ha terminado por darle frutos porque en la Caja tampoco se tuvieron en cuenta las otras propuestas de fusión, que las hubo, para conseguir una solución de futuro para la entidad.
Ahora León pierde ese poder financiero sin remedio y deja escapar un instrumento que fue clave y que podría y debería ser fundamental en el futuro.