Con vuestro permiso, comparto este artículo del Diario de León:
EL RUBICÓN
Avestruces
FELIPE RAMOS 07/12/2012
Me gustaría que hoy, antes de nada, se pararan a pensar en esas imágenes que para ustedes identifican a León. Así, de pronto. ¿Ya lo han hecho? Pues yo también y, a buen seguro, que coincidimos: la Catedral, San Marcos y San Isidoro. Y aquí el orden de los factores no altera el producto.
Pues bien a estos del PP del Gobierno del España, a este clon de Aznar que el mentiroso —no subiré impuestos, revalorizaré las pensiones, no subiré el IVA, no impondré el copago sanitario...—de Mariano Rajoy nos ha impuesto como ministro de Industria, San Marcos le sirve tanto o menos que cualquier motelucho de carretera y está decidido, como ya ha hecho de facto con la minería, a cerrarlo o, cuando menos, condenarlo al obstracismo.
Y lo peor de todo es que lo va a hacer con el beneplácito de los populares de aquí. Con el alcalde de ni una mala palabra ni una buena acción, Emilio Gutiérrez, a la cabeza. Otro mentiroso, que llegó a la planta septima de Ordoño, ahora ahumada, con la defensa del empleo como bandera. León, los leoneses no merecen un regidor que no los defienda. Y aquí no vale decir que uno se queja por teléfono o donde se tiene que quejar. Entre otras cosas, porque primero se nota bien poco y, segundo, porque aquellos a los que representa quieren oír cómo su alcalde los defiende en público.
San Marcos es un emblema nacional y si Emilio Gutiérrez y el PP no se sienten capaces de defenderlo con uñas y dientes ante el clon y la mujer de Rato no merecen seguir representando a ese León al que su partido está desmantelando, desde el Gobierno de Madrid y desde esa Junta de Castilla, que no va a parar hasta cerrar esta provincia y tirar la llave.
Hubo un tiempo no tan lejano en que León parecía querer a volver a asomar la cabeza. Eran los tiempos del AVE y su centro de mando, del fin del paso a nivel del Crucero, de la Ciudad de la Energía, del Inteco, del Palacio de Congresos. Un tiempo en el que por tener tenía hasta presidente del Gobierno. Sí, ese al que ahora recuerdan los peperos del Ayuntamiento de León en sus vídeos promocionales. Pero ese tiempo ya pasó y de él ya no queda nada y lo que sigue está varado.
Ahora, León y los leoneses viven tiempos de buitres venidos de Castilla y Madrid para cerrar empresas y paralizar proyectos. Y lo que es peor, tiempos de avestruces que esconde la cabeza bajo el ala cuando de reinvindicar por León se trata. ¿Verdad señor alcalde, señores del PP?
EL RUBICÓN
Avestruces
FELIPE RAMOS 07/12/2012
Me gustaría que hoy, antes de nada, se pararan a pensar en esas imágenes que para ustedes identifican a León. Así, de pronto. ¿Ya lo han hecho? Pues yo también y, a buen seguro, que coincidimos: la Catedral, San Marcos y San Isidoro. Y aquí el orden de los factores no altera el producto.
Pues bien a estos del PP del Gobierno del España, a este clon de Aznar que el mentiroso —no subiré impuestos, revalorizaré las pensiones, no subiré el IVA, no impondré el copago sanitario...—de Mariano Rajoy nos ha impuesto como ministro de Industria, San Marcos le sirve tanto o menos que cualquier motelucho de carretera y está decidido, como ya ha hecho de facto con la minería, a cerrarlo o, cuando menos, condenarlo al obstracismo.
Y lo peor de todo es que lo va a hacer con el beneplácito de los populares de aquí. Con el alcalde de ni una mala palabra ni una buena acción, Emilio Gutiérrez, a la cabeza. Otro mentiroso, que llegó a la planta septima de Ordoño, ahora ahumada, con la defensa del empleo como bandera. León, los leoneses no merecen un regidor que no los defienda. Y aquí no vale decir que uno se queja por teléfono o donde se tiene que quejar. Entre otras cosas, porque primero se nota bien poco y, segundo, porque aquellos a los que representa quieren oír cómo su alcalde los defiende en público.
San Marcos es un emblema nacional y si Emilio Gutiérrez y el PP no se sienten capaces de defenderlo con uñas y dientes ante el clon y la mujer de Rato no merecen seguir representando a ese León al que su partido está desmantelando, desde el Gobierno de Madrid y desde esa Junta de Castilla, que no va a parar hasta cerrar esta provincia y tirar la llave.
Hubo un tiempo no tan lejano en que León parecía querer a volver a asomar la cabeza. Eran los tiempos del AVE y su centro de mando, del fin del paso a nivel del Crucero, de la Ciudad de la Energía, del Inteco, del Palacio de Congresos. Un tiempo en el que por tener tenía hasta presidente del Gobierno. Sí, ese al que ahora recuerdan los peperos del Ayuntamiento de León en sus vídeos promocionales. Pero ese tiempo ya pasó y de él ya no queda nada y lo que sigue está varado.
Ahora, León y los leoneses viven tiempos de buitres venidos de Castilla y Madrid para cerrar empresas y paralizar proyectos. Y lo que es peor, tiempos de avestruces que esconde la cabeza bajo el ala cuando de reinvindicar por León se trata. ¿Verdad señor alcalde, señores del PP?
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