Da lo que mandas y manda lo que quieras. En el Cielo dicen Aleluya, porque en la Tierra han dicho Amén.
Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es recibir. No deis sólo lo superfluo, dad vuestro corazón..
Dar hasta que duela y cuando duela dar todavía más. Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es recibir.
Nunca me enfado por lo que la gente me pide, sino por lo que me niega. Contra el vicio de pedir hay la virtud de no dar.
La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla. La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy.