Loba vieja que buscas lo oscuro de una
cueva, recorriendo el
monte buscando un ciervo herido.
Ataviada y fogoso, espesa, ojos perdidos, errática, aullando a la entrada de la luna a un viento recalentado.
Días y
estaciones en manadas buscando tu presa en los
montes cerrados te pierdes, chapoteas y juegas.
Las hojas te tapan, son tu manta, tu piel es un abrigo de
invierno.