Hermoso edificio modernista que han sabido conservar.

Uno de los albergues para los peregrinos que se dirigen a Compostela es este de San Javier, próximo a la Catedral.

En la bóveda de la portada central aparecen labrados relieves con escenas del Nuevo Testamento: la Expulsión de los mercaderes del templo, la parábola de la mujer adúltera, la curación del hidrópico (enfermo que padecía de retención de líquidos) y del ciego de Betsaida (que va vestido de peregrino camino de Compostela) y el Descendimiento de la Cruz.

Plaza de paso obligado hacia el ayuntamiento de la ciudad.

Obra del escultor astorgano Marino Amaya fue inaugurado el 6 de junio de 1956 y se encuentra ubicado en una pequeña plaza ajardinada frente al Seminario llamada Obispo Marcelo.

A la hora de la siesta todo el mundo huye de la calle.

Espaciosa plaza donde la actividad comercial de la ciudad se manifiesta.

Recibe este nombre, según me explicaron, por haber estado ubicada en ese lugar el barrio judío con su sinagoga.

Recordar los acontecimientos históricos es una forma conocer y valorar a quienes nos precedieron en defensa de la patria.

La elegancia y sabor de otros tiempos se guarda en edificios como el de la fotografía, por suerte, todavía se conservan muchos parecidos en esta pequeña ciudad y por otros muchos lugares de España. Esto tiene poco que ver con lo que ahora se hace, donde prima la baja calidad de los diseños y la pésima utilidad de materiales, lo que da como resultado, construcciones carentes de belleza y personalidad, dicen, que en aras de la funcionalidad.

Interesante espadaña en la que además de distintos elementos arquitectónicos, destacan los "maragatos" muñecos que ataviado con los trajes típicos del lugar toman el nombre de los naturales de la comarca y se encargan de dar las horas que señala el reloj que en la misma aparece.

Después de recorrer la ciudad no hay nada mejor que sentarse en este parque de la Sinagoga a la sombra de sus árboles y tomarse una cerveza fresquita.

Portada finamente labrada que hay que mirar con atención para contemplar y entender los distintos detalles.

Es un edificio del siglo XVII. Su fachada barroca está flanqueada por dos torres. En la espadaña central se ubican los maragatos, que son figuras articuladas que golpean la campana y marcan las horas.

En la espadaña del Ayuntamiento hay dos figuras representado a dos maragatos que marcan las horas mediante un original mecanismo.