Tu silencio me canta en la
noche
con voz débil, apagada,
canciones tristes que sólo el alma escucha.
¿Por qué, taciturno, me niegas las palabras
y sólo un llanto oculto, amedrentado,
se escucha en tu profunda soledad?
Cuando yo te visito,
tras años y años de larga ausencia,
me ocultas el rostro averganzado,
escondido entre las zarzas,
... (ver texto completo)