Han pasado más de 60 años cuando desde niños veíamos al
río Santa Casilda, tanto sus orillas como su lámina de
agua, servían de cloaca y escombrera para tirar todo tipo de residuos desde animales muertos, cosas de la
casa inútiles y restos de ladrillos y tejas.
Han pasado dos generaciones de personas, y mucho más rápido la
información escrita, la televisión, los móviles y en las
escuelas se enseña educación ambiental y protección del medio ambiente. Es decir nadie puede desconocer que hay contenedores
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