Colonia Clunia Sulpicia, PEÑALBA DE CASTRO

Colonia Clunia Sulpicia es una ciudad romana situada en el Alto de Castro, entre las localidades de Coruña del Conde y Peñalba de Castro
La Colonia Clunia Sulpicia era una ciudad romana situada entre las localidades de Coruña del Conde y Peñalba de Castro, en el sur de la provincia de Burgos (España). Se trató de una de las ciudades más importantes de la mitad norte de Hispania y fue la capital de un convento jurídico de la provincia Hispania Citerior Tarraconensis, el denominado Conventus Cluniensis. Clunia es un topónimo de origen arévaco.
Contexto geográfico y comunicaciones
Clunia se sitúa en el Alto de Castro, un cerro que alcanza las 130 ha y supera los 1000 m s. n. m.. Por su lado sur pasa el río Arandilla, afluente del cercano Duero. La zona domina una amplia comarca cultivable, lo que permitió la presencia en las cercanías de villas como la de Baños de Valdearados. Estaba situada en la vía que iba de Tarraco (Tarragona) a Asturica Augusta (Astorga), pasando por Caesaraugusta (Zaragoza), si bien se comunicaba por medio de otras vías secundarias con otras poblaciones de su entorno y de su convento jurídico.

Fuentes literarias y epigráficas

Historia
Época celtibérica

Vista de los altos Redondo, Salterio y El Cuerno, lugares donde se supone que se asentó la Clunia celtíbera, emplazados en el término de Quintanarraya.
La ciudad de Clunia se fundó en un cerro a poca distancia de un asentamiento celtíbero denominado Cluniaco o Kolounioukou, perteneciente a los arévacos, una tribu prerromana que pertenecía a la familia de los celtíberos.

En Clunia, el político y militar romano Quinto Sertorio resistió durante 20 años a Pompeyo, quien destruyó lo que existía de la ciudad en el año 72 a. C.

Posible extensión de la Celtiberia.
arévacos
pelendones
berones
belos
tittos
lobetanos
lusones
La fundación Julio-Claudia

División administrativa en época romana, con Clunia enclavada en el Conventus Cluniacensis.
La ciudad fue fundada ex novo en la época del emperador Tiberio, dentro de la provincia Hispania Citerior Tarraconensis. Primero se le concedió el rango de municipium, y emitió moneda fraccionaria, ases y dupondios, en las que aparecen los quattuorviri locales, quienes fueron encargados de su acuñación.

En algún momento entre los imperios de Tiberio y de Claudio I, fue sede de uno de los Legati Iuridici de la provincia Tarraconensis, convirtiéndose así en capital del conventus iuridicus Cluniensium.

Clunia y el emperador Galba
Clunia adquirió el rango de colonia romana y el epíteto de Sulpicia tras autoproclamarse emperador en ella el general Sulpicio Galba, quien se refugió aquí durante la revolución antineroniana; allí tuvo noticia de la muerte de Nerón y de que había sido elegido emperador (por ello algunos tratadistas añaden el epíteto de Galba al nombre de la ciudad). La cristalización del status de colonia se debió al emperador Vespasiano. En los días de Servio Sulpicio Galba, Clunia fue la capital del Imperio.

Clunia como centro administrativo
El esplendor de la ciudad romana de Clunia se extendió durante los siglos I y II de nuestra era, al igual que otras ciudades de la Meseta Norte de Hispania, como Asturica Augusta o Juliobriga, situadas en las provincias de León y Cantabria, respectivamente. Durante su máximo apogeo se calcula que la ciudad de Clunia llegó a tener alrededor de 30.000 habitantes.[cita requerida] La economía de Clunia en el siglo i d. C. se basaba en la ganadería y la agricultura entre otros.

El final de la ciudad
Durante el siglo iii se produce una despoblación paulatina del núcleo urbano, en relación con la crisis del siglo iii y la incipiente decadencia del Imperio romano de Occidente. Resulta evidente la existencia de incursiones bárbaras en Clunia. De hecho, está constatado que, a finales del siglo iii, la ciudad fue incendiada por pueblos bárbaros, en concreto, por los franco-alamanes. Esto contribuyó a la inexorable decadencia de la ciudad. No obstante, no parece que se diese una destrucción violenta y generalizada; en todo caso preludia el final de la influencia cultural romana en la ciudad de Clunia y su entorno.

En plena conquista de la Hispania visigoda por parte de los musulmanes, la ciudad y su entorno fueron conquistadas por las tropas del general bereber Ṭāriq ibn Ziyād sobre el año 713. Más tarde, los cristianos la repoblaron en 912 y emplazaron su ciudad en el lugar que ocupa actualmente Coruña del Conde, localidad donde pueden contemplarse bastantes restos romanos procedentes de la ciudad de Clunia.

Con posterioridad, se construyó la población de Peñalba de Castro que recibió la meseta del enclave de Clunia a cambio de agua en una época donde el valor del agua era mayor que los pocos restos aún no enterrados que quedaban de la abandonada ciudad romana.