Llegaba el mes de Agosto y todo eran prisas: por ir a segar a mano, con la hoz y la zoqueta, luego a hacer gavillas y atarlas con las mismas cañas del cereal, amontonarlas para después cargarlas en el carro y con el lento caminar de aquellos bueyes asturianos llevarlas a la era, donde se extendían y se dejaba un tiempo para que se calemtasen las cañas del trigo y poder triturarlas mejor el trillo.
Hacia las 12 del mediodía, cuando más calentaba el Sol, comenzaba la diaria rutina de dar vueltas y ... (ver texto completo)
Hacia las 12 del mediodía, cuando más calentaba el Sol, comenzaba la diaria rutina de dar vueltas y ... (ver texto completo)