Sierra de Atapuerca
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Sierra de Atapuerca
País (es) España
Continente Europa
Cordillera Sistema Ibérico
Longitud 13 km
Anchura 5 km
Orientación NO-SE
Cumbres Cumbre de San Vicente y Matagrande
Piedemonte 890 msnm
Máx. cota 1.085 msnm
Coordenadas 42°21′0″ N 3°31′10″ O / 42.35, -3.5194442°21′0″ N 3°31′10″ O / 42.35, -3.51944
Yacimiento arqueológico de Atapuerca1
Patrimonio de la Humanidad — Unesco
Excavación de Atapuerca, España.
País España
Tipo Cultural
Criterios iii, v
N.° identificación 989
Región2 Europa y América del Norte
Año de inscripción 2000 (XXIV sesión)
1 Nombre oficial según Unesco
2 Clasificación según Unesco
Atapuerca
La Sierra de Atapuerca es un pequeño conjunto montañoso situado al norte de Ibeas de Juarros, en la provincia de Burgos (Castilla y León, España), que se extiende de noroeste a sudeste, entre los sistemas montañosos de la Cordillera Cantábrica y el Sistema Ibérico. Ha sido declarado Espacio de Interés Natural, Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad como consecuencia de los excepcionales hallazgos arqueológicos y paleontológicos que alberga en su interior, entre los cuáles destacan los testimonios fósiles de, al menos, tres especies distintas de homínidos: Homo antecessor, Homo heidelbergensis y Homo sapiens.
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Sierra de Atapuerca
País (es) España
Continente Europa
Cordillera Sistema Ibérico
Longitud 13 km
Anchura 5 km
Orientación NO-SE
Cumbres Cumbre de San Vicente y Matagrande
Piedemonte 890 msnm
Máx. cota 1.085 msnm
Coordenadas 42°21′0″ N 3°31′10″ O / 42.35, -3.5194442°21′0″ N 3°31′10″ O / 42.35, -3.51944
Yacimiento arqueológico de Atapuerca1
Patrimonio de la Humanidad — Unesco
Excavación de Atapuerca, España.
País España
Tipo Cultural
Criterios iii, v
N.° identificación 989
Región2 Europa y América del Norte
Año de inscripción 2000 (XXIV sesión)
1 Nombre oficial según Unesco
2 Clasificación según Unesco
Atapuerca
La Sierra de Atapuerca es un pequeño conjunto montañoso situado al norte de Ibeas de Juarros, en la provincia de Burgos (Castilla y León, España), que se extiende de noroeste a sudeste, entre los sistemas montañosos de la Cordillera Cantábrica y el Sistema Ibérico. Ha sido declarado Espacio de Interés Natural, Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad como consecuencia de los excepcionales hallazgos arqueológicos y paleontológicos que alberga en su interior, entre los cuáles destacan los testimonios fósiles de, al menos, tres especies distintas de homínidos: Homo antecessor, Homo heidelbergensis y Homo sapiens.
Situación geográfica [editar]
Está limitada por el río Arlanzón al sur, río Vena al norte y la sierra de la Demanda, estribación del Sistema Ibérico, al este. Forma parte del denominado corredor de la Bureba, importante e histórico paso entre el valle del Ebro y la cuenca del Duero. Desde el punto de vista orográfico es una formación modesta, con una cota máxima de 1.079 metros sobre el nivel del mar en la Cumbre de San Vicente. Está formada por calizas cretácicas cubiertas por importantes masas de encinares (Quercus ilex), quejigales (Quercus faginea) y, sobre todo, monte bajo de aulaga (Genista scorpius), romero (Rosmarinus officinalis), espliego (Lavandula spica), tomillo (Thymus sp.) y salvia (Salvia sp.).
El paso de la Bureba ha sido utilizado a lo largo de toda su existencia como paso principal hacia el interior de la península Ibérica desde Europa. Como ya se ha indicado, une el valle del Ebro, vertiente mediterránea, con el valle del Duero, vertiente Atlántica, a la vez que se sitúa en la ruta, que proveniente de los pasos pirenaicos se dirigen hacía los demás lugares peninsulares, bien hacía el oeste (Galicia y Portugal) como hacia el sur (la meseta castellana, Andalucía, Extremadura, sur de Portugal y África). Una de las principales calzadas romanas pasaba por aquí al igual que el Camino de Santiago en la Edad Media, la carretera principal N-I a finales del siglo XIX y, hoy día, la autopista AP-1.
No sólo ha sido el ser humano, en cualquiera de sus especies, quien lo ha utilizado: la fauna y la flora también lo han elegido en sus expansiones. Esto ha dado lugar a una importante presencia de fauna y flora diversa y a la ocupación humana continuada desde hace más de 800.000 años, ayudada por la fertilidad de las tierras y la abundancia de recursos.
Está limitada por el río Arlanzón al sur, río Vena al norte y la sierra de la Demanda, estribación del Sistema Ibérico, al este. Forma parte del denominado corredor de la Bureba, importante e histórico paso entre el valle del Ebro y la cuenca del Duero. Desde el punto de vista orográfico es una formación modesta, con una cota máxima de 1.079 metros sobre el nivel del mar en la Cumbre de San Vicente. Está formada por calizas cretácicas cubiertas por importantes masas de encinares (Quercus ilex), quejigales (Quercus faginea) y, sobre todo, monte bajo de aulaga (Genista scorpius), romero (Rosmarinus officinalis), espliego (Lavandula spica), tomillo (Thymus sp.) y salvia (Salvia sp.).
El paso de la Bureba ha sido utilizado a lo largo de toda su existencia como paso principal hacia el interior de la península Ibérica desde Europa. Como ya se ha indicado, une el valle del Ebro, vertiente mediterránea, con el valle del Duero, vertiente Atlántica, a la vez que se sitúa en la ruta, que proveniente de los pasos pirenaicos se dirigen hacía los demás lugares peninsulares, bien hacía el oeste (Galicia y Portugal) como hacia el sur (la meseta castellana, Andalucía, Extremadura, sur de Portugal y África). Una de las principales calzadas romanas pasaba por aquí al igual que el Camino de Santiago en la Edad Media, la carretera principal N-I a finales del siglo XIX y, hoy día, la autopista AP-1.
No sólo ha sido el ser humano, en cualquiera de sus especies, quien lo ha utilizado: la fauna y la flora también lo han elegido en sus expansiones. Esto ha dado lugar a una importante presencia de fauna y flora diversa y a la ocupación humana continuada desde hace más de 800.000 años, ayudada por la fertilidad de las tierras y la abundancia de recursos.
Geología [editar]
La sierra está compuesta de una pequeña colina —correspondiente a un anticlinal tumbado (vergencia NE y dirección ibérica NNW-SSE)— formada por calizas, arenas y areniscas de origen marino pertenecientes al Cretácico Superior (entre 80 y 100 millones de años), cubiertas por los materiales aportados por el río Arlanzón, que ha formado numerosas terrazas aluviales en época Cuaternaria. La parte más elevada de esta colina está totalmente plana, rasgo indicativo de que ha sufrido una fuerte erosión desde hace varios millones de años.[1]
Alrededor de la sierra, y sobre este anticlinal, existen materiales de origen continental más modernos, correspondientes a la época terciaria (hace entre 25 y 5 millones de años). Sus componentes son conglomerados de caliza y arcillas rojas del Oligoceno, bajo una secuencia de margas, arcillas, yesos y paquetes calizos y margosos, propios del antiguo ambiente lacustre de la Cuenca del Duero.
Durante finales del Plioceno e inicios del Pleistoceno, empieza a formarse el valle fluvial del Arlanzón, habiendo creado a su paso por la sierra, 15 niveles de terrazas cuaternarias muy asimétricas
La sierra está compuesta de una pequeña colina —correspondiente a un anticlinal tumbado (vergencia NE y dirección ibérica NNW-SSE)— formada por calizas, arenas y areniscas de origen marino pertenecientes al Cretácico Superior (entre 80 y 100 millones de años), cubiertas por los materiales aportados por el río Arlanzón, que ha formado numerosas terrazas aluviales en época Cuaternaria. La parte más elevada de esta colina está totalmente plana, rasgo indicativo de que ha sufrido una fuerte erosión desde hace varios millones de años.[1]
Alrededor de la sierra, y sobre este anticlinal, existen materiales de origen continental más modernos, correspondientes a la época terciaria (hace entre 25 y 5 millones de años). Sus componentes son conglomerados de caliza y arcillas rojas del Oligoceno, bajo una secuencia de margas, arcillas, yesos y paquetes calizos y margosos, propios del antiguo ambiente lacustre de la Cuenca del Duero.
Durante finales del Plioceno e inicios del Pleistoceno, empieza a formarse el valle fluvial del Arlanzón, habiendo creado a su paso por la sierra, 15 niveles de terrazas cuaternarias muy asimétricas
Durante finales del Plioceno e inicios del Pleistoceno, empieza a formarse el valle fluvial del Arlanzón, habiendo creado a su paso por la sierra, 15 niveles de terrazas cuaternarias muy asimétricas. La subidas de las aguas del río y la estructura caliza han dado lugar a un complejo kárstico con multitud de cuevas, muchas de ellas abiertas al exterior por diversas causas (derrumbes, cortes...). Por estas aberturas se han ido depositando diferentes sedimentos a los largo de los años: tierra, polvo, polen, restos animales, excrementos..., hasta llegar, en muchos casos, a colmatar las entradas y, en otros, éstas han quedado cegadas por derrumbes posteriores, preservando el interior intacto hasta que surgieron nuevas aberturas. Esto ha permitido la conservación de restos y fósiles de homínidos en las numerosas cuevas bajo los bosques de Atapuerca, protegiéndolos de cambios bruscos de temperatura y humedad.
Espacio Cultural de la Sierra de Atapuerca [editar]
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, en su reunión del día 26 de julio de 2007, ha acordado la declaración como Espacio Cultural del Bien de Interés Cultural "Sierra de Atapuerca" en Burgos.
Atapuerca constituye el primer Espacio Cultural declarado en la Comunidad. La figura se utiliza al amparo de la nueva Ley de Patrimonio de Castilla y León y en consonancia con las nuevas estrategias del Plan PAHIS 2004-2012, que proponen la valorización de amplios espacios territoriales con valor cultural, de cara a su protección y a la promoción del desarrollo sostenible de las poblaciones en que se ubica.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, en su reunión del día 26 de julio de 2007, ha acordado la declaración como Espacio Cultural del Bien de Interés Cultural "Sierra de Atapuerca" en Burgos.
Atapuerca constituye el primer Espacio Cultural declarado en la Comunidad. La figura se utiliza al amparo de la nueva Ley de Patrimonio de Castilla y León y en consonancia con las nuevas estrategias del Plan PAHIS 2004-2012, que proponen la valorización de amplios espacios territoriales con valor cultural, de cara a su protección y a la promoción del desarrollo sostenible de las poblaciones en que se ubica.
El ferrocarril minero [editar]
Restos de una antigua cantera próximos a la Trinchera del Ferrocarril y a los yacimientos. A finales del siglo XIX, época en la que España se estaba incorporando a la Revolución Industrial, se construyó un trazado de ferrocarril minero desde la Sierra de la Demanda hasta Burgos (concretamente hasta el enlace con la línea de ferrocarril Burgos-Bilbao). En aquellos años, las siderurgias vascas requerían de mucho mineral de hierro y carbón, más de la que los yacimientos de León y Asturias podían ofrecer por entonces. La Sierra de la Demanda tenía minas potenciales de mineral de hierro y hulla, sin embargo, no había ningún tipo de transporte que lo pudiera destinar a los altos hornos dedicados a la fundición situados en Vizcaya. Para solventar este problema, en 1896 se otorgó la autorización para construir esa línea férrea de vía estrecha a la compañía recién creada por Richard Preece Williams The Sierra Company Limited. Esta empresa se encargó del trayecto desde Monterrubio de la Demanda a Villafría, así como la inversión en varias minas localizadas en pueblos como Pineda de la Sierra, Riocavado de la Sierra, Barbadillo de Herreros, el mismo Monterrubio de la Demanda o Valle de Valdelaguna. La obra de ferrocarril, en la que participaron 1.500 operarios, comprendía un total de 65 kilómetros y se finalizó en 1901, 5 años después de su comienzo.
Restos de una antigua cantera próximos a la Trinchera del Ferrocarril y a los yacimientos. A finales del siglo XIX, época en la que España se estaba incorporando a la Revolución Industrial, se construyó un trazado de ferrocarril minero desde la Sierra de la Demanda hasta Burgos (concretamente hasta el enlace con la línea de ferrocarril Burgos-Bilbao). En aquellos años, las siderurgias vascas requerían de mucho mineral de hierro y carbón, más de la que los yacimientos de León y Asturias podían ofrecer por entonces. La Sierra de la Demanda tenía minas potenciales de mineral de hierro y hulla, sin embargo, no había ningún tipo de transporte que lo pudiera destinar a los altos hornos dedicados a la fundición situados en Vizcaya. Para solventar este problema, en 1896 se otorgó la autorización para construir esa línea férrea de vía estrecha a la compañía recién creada por Richard Preece Williams The Sierra Company Limited. Esta empresa se encargó del trayecto desde Monterrubio de la Demanda a Villafría, así como la inversión en varias minas localizadas en pueblos como Pineda de la Sierra, Riocavado de la Sierra, Barbadillo de Herreros, el mismo Monterrubio de la Demanda o Valle de Valdelaguna. La obra de ferrocarril, en la que participaron 1.500 operarios, comprendía un total de 65 kilómetros y se finalizó en 1901, 5 años después de su comienzo.
En un principio este trayecto no atravesaba la Sierra de Atapuerca. Sin embargo, y sin explicación conocida, el trazado del ferrocarril la atravesaba por su lado suroeste mediante una profunda trinchera de medio kilómetro de longitud y una profundidad que, en su mayor cota, alcanza casi los 20 metros. Este desfiladero creado, que sumaba un kilómetro de distancia extra respecto a los planes iniciales, pudo realizarse para explotar comercialmente la caliza de la sierra, puesto que ésta se había usado como material de construcción desde la Edad Media. Esta trinchera, a su paso, atravesó numerosas cuevas colmatadas con sedimentos pleistocenos (con huesos e industria lítica, aunque nadie reparó en ellos) exponiéndolos a la luz y mostrando claramente su estratificación.
El compromiso con la compañía fue que su carácter no sería exclusivamente minero; como condición para recibir la subvención de la Diputación, The Sierra Company Limited tuvo que comprometerse a transportar pasajeros y mercancías (para tal fin dicha companía adquirió cuatro locomotas de vapor y diverso material móvil). Sin embargo, la línea nunca llegó a consolidarse económicamente, debido a los elevados precios que impuso Ferrocarriles del Norte. Hacia 1910 la línea férrea dejó de funcionar, y en 1917 la sociedad Vasco-Castellana, heredera de The Sierra Company Limited, quebró y desapareció definitivamente. Aún hoy se conservan puentes, taludes, túneles y estaciones de aquel ferrocarril. En 1950 se aprovecha la trinchera del ferrocarril como cantera, lo que afectó negativamente a los yacimientos destruyendo una parte de ellos.
Primeras campañas [editar]
En 1964 el profesor Francisco Jordá Cerdá inicia las primeras campañas de excavaciones que se detendrían poco después. Ocho años más tarde un grupo de espeleólogos, el Grupo Espeleológico Edelweiss, descubre la llamada Galería del Sílex que contiene restos de rituales funerarios y de pinturas de la Edad del Bronce.
En 1973 el profesor J. M. Apellániz comienza las campañas de excavaciones en el Portalón de Cueva Mayor. Fueron once campañas.
En 1964 el profesor Francisco Jordá Cerdá inicia las primeras campañas de excavaciones que se detendrían poco después. Ocho años más tarde un grupo de espeleólogos, el Grupo Espeleológico Edelweiss, descubre la llamada Galería del Sílex que contiene restos de rituales funerarios y de pinturas de la Edad del Bronce.
En 1973 el profesor J. M. Apellániz comienza las campañas de excavaciones en el Portalón de Cueva Mayor. Fueron once campañas.
Estudio actual [editar]
En 1976 el ingeniero de minas Trinidad de Torres Pérez-Hidalgo (Trino), que por entonces realizaba su Tésis doctoral en osos fósiles, acude a Emiliano Aguirre, antropólogo, con varios restos humanos encontrados en uno de los yacimientos de la sierra burgalesa: la Sima de los Huesos. En 1980 se inician las excavaciones en la Galería que durarán más de una década. En el 84 se comienzan con las excavaciones sistemáticas en la Sima de los Huesos.
En 1990, Emiliano Aguirre, se jubila y la dirección pasa al equipo formado por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell Roura. Desde entonces se han encontrado instrumentos líticos del "Modo técnico 1", los más primitivos, en la base de la Gran Dolina (datados hace unos 900.000 años) y al poco tiempo, en 1992, se encuentran varios cráneos en la Sima de los Huesos, entre ellos el famoso cráneo número 5, bautizado como Miguelón en honor a Miguel Indurain, lo que da relevancia internacional y científica al yacimiento haciéndolo imprescindible en los estudios de la evolución humana.
En 1976 el ingeniero de minas Trinidad de Torres Pérez-Hidalgo (Trino), que por entonces realizaba su Tésis doctoral en osos fósiles, acude a Emiliano Aguirre, antropólogo, con varios restos humanos encontrados en uno de los yacimientos de la sierra burgalesa: la Sima de los Huesos. En 1980 se inician las excavaciones en la Galería que durarán más de una década. En el 84 se comienzan con las excavaciones sistemáticas en la Sima de los Huesos.
En 1990, Emiliano Aguirre, se jubila y la dirección pasa al equipo formado por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell Roura. Desde entonces se han encontrado instrumentos líticos del "Modo técnico 1", los más primitivos, en la base de la Gran Dolina (datados hace unos 900.000 años) y al poco tiempo, en 1992, se encuentran varios cráneos en la Sima de los Huesos, entre ellos el famoso cráneo número 5, bautizado como Miguelón en honor a Miguel Indurain, lo que da relevancia internacional y científica al yacimiento haciéndolo imprescindible en los estudios de la evolución humana.
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