en la Edad Media era importante y característico el oficio de Juglar, recorriendo los
pueblos, llevando la lírica, escrita por los trobadores, de la mano y ejecutando delante de los
castillos piezas musicales,
bailando y cantando para las damas, o Reyes a través de unos instrumentos de cuerda como la Mandolina, laud. Rabel u otro instrumento. Duró más de dos siglos a partir del año 1000.
Cobraban dinero o estipendios por sus actuaciones a diferencia de los trovadores que no lo hacian.