HERMOSILLA: Muchos vecinos de los pueblos y segundas residencias,...

Muchos vecinos de los pueblos y segundas residencias, ni se han enterado del confinamiento. Su vida ha seguido la rutina de cualquier día del año, salvo el no socializar en el bar. Y tal vez hayan hablado más consigo mismos, es decir con su mejor amigo de toda la vida.

Y quizás hayan sacado alguna conclusión positiva. O ninguna. Es decir volver a la "normalidad". Que a su vez se traduce en seguir puteando al prójimo y al planeta. Que es algo que va con nuestros genes de homínidos.

Y los urbanitas de las ciudades, la mayoría, tampoco ha aprendido nada de esta plaga vírica. Siguen saliendo en manadas a los pesebres, bebederos y terrenos de ocio, dígase bares y playas. Repitiendo de nuevo sus costumbres de rebaño y piara.

La Covid-19 es un pequeño aviso (300.000 muertos y muertas) a los frágiles terrícolas inconscientes, de la hambrunas, epidemias y guerras que no tardarán en venir si seguimos con nuestros hábitos depredadores y contaminantes del planeta tierra.

Aquí no hay plan B, ni una segunda Casa. La Tierra ya no nos aguanta más... Cinco razas de humanos ya se ha cargado la Tierra. Nosotros, el homo sapiens somos la sexta. Y como habéis constatado un bichito que a penas puede vivir sin agarrarse a nuestro cuerpo, nos ha puesto de rodillas a ricos y pobres, a guapos y a feos, a listos y a menos adaptados.

Sacaremos alguna conclusión en nuestra forma de vivir? Al planeta se la suda, que vivamos o dejemos de existir. Ciertamente como se ha demostrado en estos meses de confinamiento. Todo y toda la naturaleza ha mejorado sin nuestra presencia.