Si llueve porque llueve demasiado; sino llueve porque no llueve, y el agricultor siempre quejándose. Es la vieja historia de los seres humanos que quieren domesticar la naturaleza.
El rio Oca unido al arroyo Madre, se ha desbordado por las choperas y huertas del Plantío. Lo lleva haciendo desde toda la vida.
Esa es su dinámica, recoger el agua de todas las lluvias y pequeños arroyos y conducirla hasta el mar, (el Oca desemboca tras pasar Oña en el Ebro),
para alimentar con los nutrientes que lleva, las estériles aguas salinas del Mediterráneo.
Todos los ríos necesitan en su trayecto una zona de inundación, en Hermosilla es la zona del Plantío, con el fín de que se produzca menos erosión y destrozos en los pueblos más abajo de la cuenca.
La fuerza de la corriente arrastra tierra de las piezas y huertas, y los chopos de las orillas. Es inevitable. Al agua embravecida y torrentuosa no se la puede poner barreras. Sabe cúal es su camino: La mar oceánica.
Salvo pequeños proyectos de bioingeniería vegetal, en los puntos más erosionables, las orillas de tierra blanda, reforzados con escolleras ocultas, sería lo más apropiado. El resto ni tocar.
Las orillas deben estar cubiertas de masa vegetal arbustiva y arbórea, son parte del ecosistema de los ríos. Los dragados del cauce, el coste- beneficio es negativo, enseguida se colmata con una crecida.
El río es más viejo e inteligente que el hombre, de ahí que se le trate con respeto para no destrozarlo. Son bienes únicos de los pueblos, son lugares de ocio, de paisaje y de vida.
El rio Oca unido al arroyo Madre, se ha desbordado por las choperas y huertas del Plantío. Lo lleva haciendo desde toda la vida.
Esa es su dinámica, recoger el agua de todas las lluvias y pequeños arroyos y conducirla hasta el mar, (el Oca desemboca tras pasar Oña en el Ebro),
para alimentar con los nutrientes que lleva, las estériles aguas salinas del Mediterráneo.
Todos los ríos necesitan en su trayecto una zona de inundación, en Hermosilla es la zona del Plantío, con el fín de que se produzca menos erosión y destrozos en los pueblos más abajo de la cuenca.
La fuerza de la corriente arrastra tierra de las piezas y huertas, y los chopos de las orillas. Es inevitable. Al agua embravecida y torrentuosa no se la puede poner barreras. Sabe cúal es su camino: La mar oceánica.
Salvo pequeños proyectos de bioingeniería vegetal, en los puntos más erosionables, las orillas de tierra blanda, reforzados con escolleras ocultas, sería lo más apropiado. El resto ni tocar.
Las orillas deben estar cubiertas de masa vegetal arbustiva y arbórea, son parte del ecosistema de los ríos. Los dragados del cauce, el coste- beneficio es negativo, enseguida se colmata con una crecida.
El río es más viejo e inteligente que el hombre, de ahí que se le trate con respeto para no destrozarlo. Son bienes únicos de los pueblos, son lugares de ocio, de paisaje y de vida.