HERMOSILLA: Esta artística cerraja clavada y encajada en vetustas...

Esta artística cerraja clavada y encajada en vetustas tablas de un nudoso olmo con sus oxidados clavos, tal vez cerraba la entrada de una antigua cueva o bodega donde reposaban las cubas con su vinillo, el chacolí.

Desde el siglo XII, hasta que empezo la concentracion parcelaria en los pueblos de la Bureba, casi todas las casas disponían de una viña o majuelo para consumo familiar. Estos viñedos se plantaban en los carasoles y zonas arenosas, terrenos de escasa fertilidad pero muy útiles para producir ese acidillo y fresquito chacolí que en los tórridos veranos entraba como un "romanée- conti"
(vino francés que en Restaurante de F. Adriá - El Bulli ronda los 5.000 euracos de nada, la botella de 75cl.). Un precio que asusta a la gente de a pie.

Pues con el alegragargagantas de nuestro apreciado chacolí se han metido los de las provincias vascongadas, blindandolo como denominación de origen propia y adueñandose de la marca y sustantivo como "txacolí". Este vinillo es oriundo de las zonas cántabras, Merindades, Bureba, Miranda de Ebro y Bascongadas.

Y como puede ser alternativa al cultivo del cereal no hay que dejar que nos lo quiten este vino tan nuestro como de los nacionalistas vascos.