Que alegría me da, saber que volvemos a ir a
Pardilla andando. Ya tengo a punto las deportivas para tan ardua caminata, llevaré mi bocata de tortilla de patatas y con mucha cebolla; y como es de recibo, tendremos que visitar las
bodegas de las peñas de Pardilla, donde siempre nos han recibido con los toneles y las barricas abiertas, que buen vino hay en la ribera.
Hay que llevar linternas o disponemos de luna llena y aunque el
camino es fácil de transitar, nunca se sabe que peligros nos acechan
... (ver texto completo)