Estimado Fernando: me encanta la historia que se ha hecho en nuestras tierras. No hecha por nuestras gentes sino, con frecuencia, en contra de ellas. Pero, como tú muy bien sabes, la historia de Las Loras, hecha por sus gentes, comienza tras la revolución liberal. Llevamos, por tanto, apenas dos siglos de historia. Tras la hecatombe de los germanos en la Hispania invadida por los guerreros de Al-lah, hubo historia en nuestra tierra hecha por nuestras gentes contra los nuevos invasores, del mismo modo que lo hicieron contra los romanos y contra los germanos; ese escaso siglo de historia, bellísima, es la de los concejos abiertos que -contrariamente a lo que algunos sostienen- no tuvo ni un siglo de vigencia, hasta la ascensión imparable de los condes (los comites) del Rey de Asturias que era posiblemente de sangre de nuestros ancestros. Lo malo es que los reyes, una vez que lo son, se olvidan de sus orígenes.
El colmo llegó cuando gran parte de nuestras tierras quedaron bajo el yugo de la Abadesa de Las Huelgas (Escrivá de Romaní, en 1944, hizo una tesis formidable sobre los dominios de este convento; en su Orden ha estado prohibida durante muchos años y no sé si continúa, puede encontrarse colgada en internet). Y esto fue, en gran parte, obra de su fundador, nuestro egregio ALFONSO VIII al que considero -a pesar de todo lo visto- el verdadero fundador de CASTILLA. El tampoco sospechoso de revolucionario, Fray Valentín de la Cruz, tiene perlas sobre las actuaciones de los gestores de los intereses de ese monasterio que, por cierto, regían toda esta zona norte desde el bello pueblo donde nací. En varios de los libros de Joaquín Cidad también hay perlas sobre este tipo de actuaciones.
Nos puede dar idea de lo que entonces ocurría si tenemos en cuenta lo que algunos aristócratas hacen hoy en día cuando son nombrados gestores de algo. Si a pesar de todos los medios que hoy día existen actúan como lo hacen podemos imaginarnos lo de antaño.
En fin, nuestra especie no da más de sí, ni lo dará nunca a pesar del sabio y justo SOLÓN, de los héreos de la RES PUBLICA romana,... La Democracia puede subsanar algo nuestra triste condición aunque los dos últimos lustros, de España y de todo el Occidente democrático, nos dice lo que en el trasfondo ocurre. Innvito a todos a que en estos foros continuemos aportando cosas sobre nuestros ancestros con todas sus grandezas y miserias...
Bueno, lectores, siento daros esta murga; pero es que si no corremos el riesgo de olvidarnos de nuestros verdaderos orígnes y de las terribles penalidades que sufrieron nuestros antepasados que, con frecuencia, apenas lograban lo justo para sobrevivir.
El colmo llegó cuando gran parte de nuestras tierras quedaron bajo el yugo de la Abadesa de Las Huelgas (Escrivá de Romaní, en 1944, hizo una tesis formidable sobre los dominios de este convento; en su Orden ha estado prohibida durante muchos años y no sé si continúa, puede encontrarse colgada en internet). Y esto fue, en gran parte, obra de su fundador, nuestro egregio ALFONSO VIII al que considero -a pesar de todo lo visto- el verdadero fundador de CASTILLA. El tampoco sospechoso de revolucionario, Fray Valentín de la Cruz, tiene perlas sobre las actuaciones de los gestores de los intereses de ese monasterio que, por cierto, regían toda esta zona norte desde el bello pueblo donde nací. En varios de los libros de Joaquín Cidad también hay perlas sobre este tipo de actuaciones.
Nos puede dar idea de lo que entonces ocurría si tenemos en cuenta lo que algunos aristócratas hacen hoy en día cuando son nombrados gestores de algo. Si a pesar de todos los medios que hoy día existen actúan como lo hacen podemos imaginarnos lo de antaño.
En fin, nuestra especie no da más de sí, ni lo dará nunca a pesar del sabio y justo SOLÓN, de los héreos de la RES PUBLICA romana,... La Democracia puede subsanar algo nuestra triste condición aunque los dos últimos lustros, de España y de todo el Occidente democrático, nos dice lo que en el trasfondo ocurre. Innvito a todos a que en estos foros continuemos aportando cosas sobre nuestros ancestros con todas sus grandezas y miserias...
Bueno, lectores, siento daros esta murga; pero es que si no corremos el riesgo de olvidarnos de nuestros verdaderos orígnes y de las terribles penalidades que sufrieron nuestros antepasados que, con frecuencia, apenas lograban lo justo para sobrevivir.