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El Potro en la Cueva, FUENTE URBEL

Potro de herrar en Fuenteúrbel

¡Qué maravilla, un potro de herrar en una cueva! Tiene su lógica, pues los herradores podían trabajar en días de lluvia sin mojarse, y además la madera se conserva mejor. Las cuevas suelen tener yacimientos arqueológicos, generalmente piezas de piedra o cerámica, algunas incluso grabados prehistóricos en sus paredes. Pero esta cueva tiene un yacimiento especial, tiene una pieza arqueológica (¿alguien puede decir que no es una pieza arqueológica?) singular y quizá única, ¡un potro de herrar, ahí es nada! Hoy que tantos potros se hacen en los pueblos, como recordatorios de los viejos que ya desaparecieron, relucientes, sin ninguna tara y para ningún uso, resulta sorprendente y entrañable ver uno auténtico, subterráneo y bien conservado como es este de Fuenteúrbel. Consérvese la reliquia.
• Elías Rubio Marcos
(17 de Noviembre de 2025)