Compramos energía a futuro



Cuando las faenas del verano eran abundantes (y lo eran siempre) y una familia temía no poder llevarlas a buen término, o bien cuando uno podía permitirse ese respiro, se ajustaba un agostero para que, con el sudor de su frente, se ganara el pan de cada día e hiciera un poco de hucha con vistas al futuro.
Ése era el caso de Eugenia que, desde la baja de mi madre en las faenas del campo por haber iniciado una nueva singladura junto a mi padre --el cantero de Santibáñez-- y tener que seguir sus huellas, ... (ver texto completo)
Podrimos pensar que chindasvinto es el nuevo Cervantes del siglo 21, que historias mas alucinantes, el cantero de Santibañez tambien arreglo la iglesia de LA NUEZ hace mas de 50 años yo era muy pequeña todavia le recuerdo en el andamio, pintandola por dentro de blanco y borrando para siempre aquellas paredes azul cielo que tan bonitas me parecian, y que ya de mayor he podido apreciar en otras iglesias romanicas del valle de Mena.... bueno esto es otra historia
Cuando las faenas del verano eran abundantes (y lo eran siempre) y una familia temía no poder llevarlas a buen término, o bien cuando uno podía permitirse ese respiro, se ajustaba un agostero para que, con el sudor de su frente, se ganara el pan de cada día e hiciera un poco de hucha con vistas al futuro.
Ése era el caso de Eugenia que, desde la baja de mi madre en las faenas del campo por haber iniciado una nueva singladura junto a mi padre --el cantero de Santibáñez-- y tener que seguir sus huellas, ... (ver texto completo)
ERES ALUCINANTE Chindasvinto, este verano curisamente algien de Santibañez, que esta casado en el mismo pueblo que yo, me comemto lo ameno de tus comemtarios... yo le dije que ya los conocía. Saludos y gracias
Cuando las faenas del verano eran abundantes (y lo eran siempre) y una familia temía no poder llevarlas a buen término, o bien cuando uno podía permitirse ese respiro, se ajustaba un agostero para que, con el sudor de su frente, se ganara el pan de cada día e hiciera un poco de hucha con vistas al futuro.
Ése era el caso de Eugenia que, desde la baja de mi madre en las faenas del campo por haber iniciado una nueva singladura junto a mi padre --el cantero de Santibáñez-- y tener que seguir sus huellas, ... (ver texto completo)
Hola, Amador, ne sé si has adoptado un seudónimo masculino o el teclado del ordenador te ha jugado una mala pasada; pero eso es lo de menos. Lo verdaderamente importante es que entre todos demos un poco de vida a estos pueblos que en su día la tuvieron, y muy hermosa. Me siento honrado de que gracias a la lectura de nis recuerdos plasmados en este foro te hayas animado a hacer lo mismo. Como le decía en este mismo foro a Fernando Arroyo (a quien debo una respuesta), si tienes algo en el baúl de tus ... (ver texto completo)
Estoy emocionada al leer estos relatos no me lo puedo creer, te dire que los tilos ya no estan los podaron todos al ampliar la carretera no se pudo hacer nada para impedirlo, yo tambien quiero mucho a mi mueblo, psiblemente los ultimos dias de mi vida los termine en la tirra queme vio nacer.
un saludo.
CHINDASVINDO te sigo por todos los foros buenas noches.
ME ENCANTAN TUS RELATOS CUENTAME ALGO MAS DE MI PUEBLO
Saludos

Ahora mismo estoy como si estuviera viendo a mi abuelo Pablo Celis –de los Celis de Coculina- poniéndose la faja, que debía de tener una técnica especial, por lo larga que era, también en invierno se ponía el “tapaboquillas” que era una especie de bufanda. Algunas veces le acompañaba yo a alguno de los pueblos donde le habían llamado, porque se les había puesto malo un buey o una vaca, pues era una especie de “curandero”. Me acuerdo como si fuera hoy mismo cuando le acompañe a “La Berezosa” ... (ver texto completo)
Hola, Fernando, veo que ya comienzas a soltar tímidamente tus recuerdos y a hacernos partícipes de ellos. Tú insiste, porque estoy seguro de que tú, lo mismo que cualquier hijo de vecino, tienes en el subconsciente todo un mundo que ira aflorando a medida que vayas pensando seriamente en él.
Así pues, ¿eres de Coculina? Sí, he estado varias veces en él ya que, dada la cercanía con Bustillo, tenía parientes en Coculina, pero el tiempo, que como he dicho más de una vez todo lo devora, ha ido borrando ... (ver texto completo)
Estoy anonadada de tus hitorias, me encantan, con mas tiempo, entrare a participar, en tus cilaboraciones, ya que todo lo que cuentas me es muy familiar, yo tambien formo parte de las generaciones que en los años 60 y70 que tuvimos que emigrar, soy de la Nuez de Arriba cerca de Villadiego, un saludo
Hola, Amador, ne sé si has adoptado un seudónimo masculino o el teclado del ordenador te ha jugado una mala pasada; pero eso es lo de menos. Lo verdaderamente importante es que entre todos demos un poco de vida a estos pueblos que en su día la tuvieron, y muy hermosa. Me siento honrado de que gracias a la lectura de nis recuerdos plasmados en este foro te hayas animado a hacer lo mismo. Como le decía en este mismo foro a Fernando Arroyo (a quien debo una respuesta), si tienes algo en el baúl de tus ... (ver texto completo)
En un lugar de Castilla, de cuyo nombre no quisiera olvidarme nunca, y si lo hiciere a nadie culparé por escribir en mi tumba la palabra "ingrato", vivió hace ya muchos años, y a sólo dos leguas de Villadiego, un rapazuelo que llegó a identificarse de tal forma con la tierra que pisaba, que sus raíces profundas, al verse violentamente desarraigadas de ella, quedaron de tal forma heridas que pasaron el resto de sus días suspirando por aquello que no se pudo desarriagar.
Eran los tiempos en que con ... (ver texto completo)
Estoy anonadada de tus hitorias, me encantan, con mas tiempo, entrare a participar, en tus cilaboraciones, ya que todo lo que cuentas me es muy familiar, yo tambien formo parte de las generaciones que en los años 60 y70 que tuvimos que emigrar, soy de la Nuez de Arriba cerca de Villadiego, un saludo
Cuando mis abuelos ya habían hecho las compras (unos albérchigos de la Bureba, y, a falta de las buenas cerezas del valle de Las Caderechas o de Covarrubias, unos higos de cualquier proveedor, amén de lo necesario para la labranza o el ganado, como piedralipe para las semillas, zotal para la corte del chino, el gallinero y la tenada de las ovejas), pasó mi abuelo a recogernos sospechando que estaríamos muertos de sed.
¿Qué sos parece una gaseosa fresca --nos dice, a fuer de persona generosa y comprensiva--; ... (ver texto completo)
Saludos

Ahora mismo estoy como si estuviera viendo a mi abuelo Pablo Celis –de los Celis de Coculina- poniéndose la faja, que debía de tener una técnica especial, por lo larga que era, también en invierno se ponía el “tapaboquillas” que era una especie de bufanda. Algunas veces le acompañaba yo a alguno de los pueblos donde le habían llamado, porque se les había puesto malo un buey o una vaca, pues era una especie de “curandero”. Me acuerdo como si fuera hoy mismo cuando le acompañe a “La Berezosa” ... (ver texto completo)
Cuando mis abuelos ya habían hecho las compras (unos albérchigos de la Bureba, y, a falta de las buenas cerezas del valle de Las Caderechas o de Covarrubias, unos higos de cualquier proveedor, amén de lo necesario para la labranza o el ganado, como piedralipe para las semillas, zotal para la corte del chino, el gallinero y la tenada de las ovejas), pasó mi abuelo a recogernos sospechando que estaríamos muertos de sed.
¿Qué sos parece una gaseosa fresca --nos dice, a fuer de persona generosa y comprensiva--; ... (ver texto completo)
Saludos Caporal

Yo también en 1959 me fui a Villadiego con mi madre para comprar una bicicleta con dinero de mi tía Carmen, que nos lo había mandado desde Madrid donde estaba trabajando. La bicicleta pesaba más que yo y era para ir a seleccionar patatas, como yo tenía 12 años lo que tenía que hacer era coger las tollas que arrancaban con el azadón los mayores y sacarlas a la linde.
yo tanbien me acuerdo de mi bici y tanbien pesaba mucho
Aunque muy de tarde en tarde, alguna vez había que hacer un viaje al centro comarcal más importante, por entonces partido judicial, para pertrecharse de lo más indispensable, porque a la aldea sólo llegaban, y también de tarde en tarde, el capador, el esquilador, rara vez el médico, alguna vez más el veterinario y hasta un buen día el chatarrero.
Había que preparar este viaje con esmero no sólo porque era algo desusado en el programa de cada día, sino porque era un día de trabajo que había que eliminar ... (ver texto completo)
Saludos Caporal

Yo también en 1959 me fui a Villadiego con mi madre para comprar una bicicleta con dinero de mi tía Carmen, que nos lo había mandado desde Madrid donde estaba trabajando. La bicicleta pesaba más que yo y era para ir a seleccionar patatas, como yo tenía 12 años lo que tenía que hacer era coger las tollas que arrancaban con el azadón los mayores y sacarlas a la linde.
Caía un sol de justicia y mi tío, con su ritmo cansino, seguía avizorando el paisaje; yo oía a lo lejos el canto de alguna curruca o algún herrerillo, pero sobre todo el de las calandrias que te salían al paso y se elevaban a lo alto o que ya estaban allí, como clavadas en el cielo, pero batiendo las alas para mantenerse en un punto fijo. Mi tío, sin embargo, oía los ruidos más singulares, esos que sóo un oído avezado sería capaz de discernir; de todos modos, esta vez no las tenía todas consigo:
-- ... (ver texto completo)
Amigo Chinvasdinco: Muy interesante tus artículo sobre Villadieo, que es el Partido Judicial de mi pueblo CASTRECIAS. Un saludo amigo. Sigue en la brecha.
Caía un sol de justicia y mi tío, con su ritmo cansino, seguía avizorando el paisaje; yo oía a lo lejos el canto de alguna curruca o algún herrerillo, pero sobre todo el de las calandrias que te salían al paso y se elevaban a lo alto o que ya estaban allí, como clavadas en el cielo, pero batiendo las alas para mantenerse en un punto fijo. Mi tío, sin embargo, oía los ruidos más singulares, esos que sóo un oído avezado sería capaz de discernir; de todos modos, esta vez no las tenía todas consigo:
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En el estrecho valle del rió, tierra profunda, de color obscuro, en las laderas colindantes, tierra de yeso, hacia Ruyales, tierra roja de terracota, y en el páramo, tierra somera y floja entre lascas de piedras que revolvía el antiquísimo y eterno arado romano, en general tierras fértiles, labradas a braván. en el año sesenta, aun el tractor era un sueño.
Aunque muy de tarde en tarde, alguna vez había que hacer un viaje al centro comarcal más importante, por entonces partido judicial, para pertrecharse de lo más indispensable, porque a la aldea sólo llegaban, y también de tarde en tarde, el capador, el esquilador, rara vez el médico, alguna vez más el veterinario y hasta un buen día el chatarrero.
Había que preparar este viaje con esmero no sólo porque era algo desusado en el programa de cada día, sino porque era un día de trabajo que había que eliminar ... (ver texto completo)