Escudo de armas de Felipe IV, CONDADO DE VALDIVIELSO

Felipe de Porras de la Peña que fue quien construyó, o mandó construir con su dinero, la capilla de San Felipe y Santiago de esta iglesia de Condado, llamada también “la Capilla de los Condes” por haber pasado su propiedad a los Condes de Canalejas, descendientes que fueron de Felipe de Porras de la Peña. Felip fue del Consejero (ministro) de Hacienda de Felipe III, Martín de Porras Santo Domingo e Isabel de la Peña.
Felipe fue caballero de la orden de Alcántara y comendador de la encomienda de la Adelfa, gentilhombre de S. M., alcalde mayor perpetuo de Burgos y gobernador y justicia mayor de la provincia de la Serena de la orden de Alcántara. En el año 1620 fue nombrado corregidor de Murcia y Cartagena.
Nació el 12 de mayo de 1573 y, parece ser que murió en el año 1656.

Porras y de la Peña, Felipe de. Burgos, 12. V. 1563 – Madrid, c. 1645. Caballero de la Orden de Alcántara, consejero de Hacienda.

Si bien consta en su fe de bautismo y otros documentos genealógicos que su apellido paterno era Porras, en alguna ocasión se le menciona como Porres.

Era hijo de Martín de Porras, natural del lugar del condado en la merindad de Valdivieso de las montañas de Burgos, ministro del Consejo de Hacienda, y de Isabel de la Peña, natural del lugar de Terminon en la merindad de Bureba. Sus abuelos paternos fueron Juan de Porras, natural del lugar del condado, tesorero mayor de Vizcaya y gentilhombre de la casa real y Ana de Santo Domingo, natural del lugar de Tardajos a dos leguas de Burgos. Sus abuelos maternos fueron Andrés de la Peña, natural del lugar de Terminon, señor de la casa y solar de las Peñas y María de Lerma, natural de Burgos.

Se le concedió una plaza de contador en el Tribunal de la Contaduría Mayor de Cuentas (1625) y mientras la servía se le ordenó pasar a los estados de Flandes a reformar los sueldos de su ejército y armada y a practicar la visita de sus castillos, presidios y guarniciones, comisiones éstas en las que se ocupó durante cuatro años, al cabo de los cuales regresó a los Reinos de España y se reincorporó al Tribunal de la Contaduría, desempeñándose también como corregidor de Cuenca, del partido de la Serena y en el Reino de Murcia, y actuando en la expulsión de los moriscos del Reino de Aragón, en la administración de la renta de la seda del Reino de Granada y en la ejecución de la visita de la Audiencia y Chancillería Real de Granada que tuvo a su cargo el obispo de Zamora Juan de Zapata Osorio.

Hallándose en la calidad de contador más antiguo del Tribunal de la Contaduría (1640) elevó un memorial para que se le concedieran honores del Consejo de Hacienda, tal cual se había hecho con sus predecesores más antiguos en la Contaduría y, finalmente, sobre consulta de la Cámara de Castilla (25 de febrero de 1641), se le concedieron los citados honores, pero sin dejar el ejercicio de su plaza de contador, de la que se le libró título en el mes siguiente (7 de marzo de 1641) y por esta razón cuatro años más tarde (1644) solicitó que se le diera el ejercicio de consejero de Hacienda, pero no hubo respuesta.