La Ttierra sigue su ritmo... con las
estaciones solapándose unas con otras.
El
otoño se fue con sus
lluvias, ciclones y del volcán palmeño la lava y los tremores.
Llega el
invierno con sus
nieblas, nieves, fríos y anticiclones.
Y las estaciones con sus cadencias rítmicas cumplen sus labores
como si desde el lejano infinito un Alguien dirigiera con su varita de
colores.
Y con el principio del invierno llegan las
fiestas del nacimiento de Jesús, el Hombre olvidado..., por los Noëles,
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