ARANDA DE DUERO: HISTORIA. Cuentan algunos esta pobl. entre las más...

HISTORIA. Cuentan algunos esta pobl. entre las más ant. de España (Méndez Silva). Hay quien dice, haberse llamado Aranda ya a principios del siglo III (Tarrasa). De ser esto cierto, hubo de ser destruida en las guerras que afligieron al pais; pues datos de bastante autoridad atribuyen su fundación á Ordoño I, por los años de 861. Aparece luego (año 939) entre las pobl. cristianas, que arrasó y quemó la muchedumbre musulmana del califa Abd el Rahman. Se reedificó pronto, y llegó a contar 3,000 vec. Doña Isabel, hermana del rey D. Enrique (la cual fue después Doña Isabel I), en ausencia de su marido D. Fernando, desde Torrelaguna, v. del reino de Toledo, acudió a Aranda de Duero, llamada por sus moradores, que aborrecían a la reina Doña Juana, de quien era esta v, (año 1473). D. Alonso Carrillo, arz. de Toledo, que acompañó en esta jornada a la infanta Doña Isabel, convocó en la misma v. un concilio provincial. Acudieron a él los ob. y arciprestes de toda la prov., y un crecido número de personas, así ecl., como seglares. La voz corría, que se juntaba para reformar las costumbres de los ecl., a la sazón muy estragadas por las revueltas de los tiempos; el principal objeto, sin embargo, debió ser afirmar con aquel color la parcialidad de Aragón, y granjear las voluntades de los que allí se hallasen. A 5 de diciembre promulgaron 29 decretos, que fueron el resultado de este concilio, como se lee en sus actas, que se hallan en la colección de Aguirre (tomo 3). Apenas se hubo despedido el concilio acudió también a Aranda D. Fernando. En esta v. fué preso el vice-chanciller del rey católico Antonio Agustín, que acudió a ella por llamamiento del rey su señor, y fué conducido al cast. de Simancas (año 1515). Mucho se habló de esta prisión: algunos la atribuían a inteligencias que se le hubiesen descubierto con el príncipe D. Carlos, en deservicio del rey; y otros a no haber tenido el respeto que debiera a la reina Doña Germana. Puede mirarse por mas cierto que en las cortes celebradas en Calatayud, no habia terciado bien con los varones, y que con su castigo pretendió el rey enfrenar a los demás. Uno de los tres testamentos del rey D. Fernando (el segundo de ellos) fue hecho en esta v. el mismo año, nombrando en él, como en los demás, heredera a la reina Doña Juana; y por gobernador a su hijo el príncipe D. Carlos; pero mudada la cláusula del primero, por la cual mandaba que por ausencia del príncipe D. Carlos gobernase el infante D. Fernando su hermano, dispuso que en aquel caso tuviese el gobierno de Aragón el arzobispo de Zaragoza, y el de Castilla el cardenal de España. El dia 28 de noviembre de 1808 salió Napoleón de Aranda de Duero, en dirección a Madrid.
Ha obtenido esta v. varios privilegios y mercedes por los servicios prestados a la corona, concediéndola los reyes que no pudiera ser enajenada de ella, en lo que fue el primero D. Sancho IV por cédula dada en Toledo a 1.º de febrero de 1291. D. Diego López de Haro, señor de Vizcaya, intentó hacerla suya con las armas, durante la minoría del rey Don Fernando IV; pero, defendiéndola valerosamente sus hab., solo se la entregó en depósito para mientras durase la minoría, según obligación y juramento hecho en la aldea de Sinobas á 28 de setiembre de 1295. A pesar del privilegio concedido por el rey D. Sancho, fue hecha merced de esta v. en 1346 por el rey D. Alonso XI a su hijo D. Tello, cuando casó con la señora de Vizcaya; pero al rey D. Pedro su hermano, le quitó este señorío, como consta del privilegio rodado, despachado en Atienza á 9 de octubre de 1357, recordando y renovando los anteriores, confirmados después en las cortes de Burgos por D. Enrique II, á 14 de noviembre de 1307; y últimamente por D. Juan II en Roa á 12 de setiembre de 1420. En 19 de octubre do 1427 despachó este rey en Segovia su cédula, haciendo merced al condestable D. Álvaro de Luna de las penas de cámara y otros derechos que le correspondían en Aranda. El rey D. Enrique IV dio su señorío, residiendo en la misma, a la reina Doña Juana, su mujer, en 1462. Fue sin embargo esta concesión limitada para durante su vida, volviendo así por muerte de esta reina a la corona.
Esta v. tiene por armas un puente, por bajo del cual se ven correr las aguas, y sobre él una fuerte torre sostenida por dos leones. Es patria de Martin de Reina, escritor en el siglo XVI: de D. Pedro de Acuña y Avellaneda, ob. de Astorga y Salamanca, que asistió al Concilio de Trento; de D. Gregorio do Rojas y Velásquez, ob. de León y Palencia y presidente de la chancillería de Valladolid; de Diego Avellaneda, presidente del consejo de Navarra y de la chancillería de Granada, vice-rey de este reino y ob. de Tuy; de D. Juan Zarate, ob. de Salamanca; de D. Bernardo Sandoval y Rojas, cardenal, arz. de Toledo y protector del inmortal Cervantes; de D. Francisco Pérez de Prado, inquisidor general y ob. de Teruel; y de otros hombres notables por su saber, o por los puestos que han ocupado en el estado civil, militar y eclesiástico.
* Diccionario Geográfico - Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid, 1848.

Geoparque UNESCO Las Loras en Coche