ESCRITO ELABORADO 2ª parte:
Entendemos que este proyecto supone una grave agresión al medio ambiente, por el mero hecho de destruir por completo un bello paraje del que disfrutamos desde nuestra niñez todos quienes, de una u otra manera, hemos crecido aquí; ostentamos, por tanto, un perfecto derecho a exigir la total e inmediata paralización del mismo. No queremos ver cómo se transforma toda una zona que hasta ahora se ha mantenido como un lugar tranquilo, bello, especialmente dotado para un turismo rural y de calidad, siempre alejado del concepto de “urbe vacacional” al que los promotores del proyecto nos quieren conducir. La construcción de este complejo y todo lo que lleva consigo(más urbanizaciones en el futuro, más equipamientos para satisfacer la demanda, futuras zonas comerciales, etc., etc.) supone cambiar radicalmente la propia dinámica de estos pueblos: el repentino crecimiento de la población veraneante traerá asociados los clásicos problemas que se dan en las zonas donde dicho colectivo es exageradamente superior a la residente, es decir, problemas de abastecimiento de agua, atascos, comunicaciones interiores en los pueblos no acondicionadas para el aluvión veraniego, colas, etc. De todo esto saben mucho en algunas degradadas zonas del Levante español, que por otro lado, se convierten en pueblos fantasma que da pena ver durante la mayor parte del año. Además, está por ver si hay demanda real de posibles nuevos turistas, ( ¿ de verdad se ha madurado la idea de la rentabilidad de tantos campos de golf en una zona en la que las temperaturas durante 10 meses al año son tan bajas ? ) con lo que crece el temor a que pueda paralizarse el proyecto a la mitad del mismo y se produzca un efecto boomerang aun más negativo en toda la comarca. Toda la zona se vera azotada también por los inconvenientes de la realización de este tipo de obras de gran envergadura: ruidos, camiones entrando y saliendo por todos lados, polvaredas, cortes de carretera, etc, que convertirán la comarca en un sitio donde más valdría no acercarse y donde residir se parecerá mas a la vida madrileña que a la abulense, con todo lo que ello significa. Soñar sueños imposibles, como lo hacía El Quijote, es muy español y, además, resulta hermoso, pero cuando esos sueños imposibles son irracionales, tal tarea puede resultar grotesca. Es lo que me viene a la mente al tener que enfrentarme al pavoroso proyecto de la construcción de un campo de golf en las Navas. Cualquiera que tenga un mínimo sentido común calificaría ese proyecto de sueño irracional y grotesco. Las Navas del Marqués, como Navalperal de Pinares, no necesitan de soñadores irracionales sino de gente menos ilusa y más comprometida con las realidades de nuestro entorno que necesita ser protegido y potenciado en su auténtica dimensión natural y no mediante artificios especulativos que solapan intereses vergonzantes e inconfesables. FDO: _ DNI _.
Entendemos que este proyecto supone una grave agresión al medio ambiente, por el mero hecho de destruir por completo un bello paraje del que disfrutamos desde nuestra niñez todos quienes, de una u otra manera, hemos crecido aquí; ostentamos, por tanto, un perfecto derecho a exigir la total e inmediata paralización del mismo. No queremos ver cómo se transforma toda una zona que hasta ahora se ha mantenido como un lugar tranquilo, bello, especialmente dotado para un turismo rural y de calidad, siempre alejado del concepto de “urbe vacacional” al que los promotores del proyecto nos quieren conducir. La construcción de este complejo y todo lo que lleva consigo(más urbanizaciones en el futuro, más equipamientos para satisfacer la demanda, futuras zonas comerciales, etc., etc.) supone cambiar radicalmente la propia dinámica de estos pueblos: el repentino crecimiento de la población veraneante traerá asociados los clásicos problemas que se dan en las zonas donde dicho colectivo es exageradamente superior a la residente, es decir, problemas de abastecimiento de agua, atascos, comunicaciones interiores en los pueblos no acondicionadas para el aluvión veraniego, colas, etc. De todo esto saben mucho en algunas degradadas zonas del Levante español, que por otro lado, se convierten en pueblos fantasma que da pena ver durante la mayor parte del año. Además, está por ver si hay demanda real de posibles nuevos turistas, ( ¿ de verdad se ha madurado la idea de la rentabilidad de tantos campos de golf en una zona en la que las temperaturas durante 10 meses al año son tan bajas ? ) con lo que crece el temor a que pueda paralizarse el proyecto a la mitad del mismo y se produzca un efecto boomerang aun más negativo en toda la comarca. Toda la zona se vera azotada también por los inconvenientes de la realización de este tipo de obras de gran envergadura: ruidos, camiones entrando y saliendo por todos lados, polvaredas, cortes de carretera, etc, que convertirán la comarca en un sitio donde más valdría no acercarse y donde residir se parecerá mas a la vida madrileña que a la abulense, con todo lo que ello significa. Soñar sueños imposibles, como lo hacía El Quijote, es muy español y, además, resulta hermoso, pero cuando esos sueños imposibles son irracionales, tal tarea puede resultar grotesca. Es lo que me viene a la mente al tener que enfrentarme al pavoroso proyecto de la construcción de un campo de golf en las Navas. Cualquiera que tenga un mínimo sentido común calificaría ese proyecto de sueño irracional y grotesco. Las Navas del Marqués, como Navalperal de Pinares, no necesitan de soñadores irracionales sino de gente menos ilusa y más comprometida con las realidades de nuestro entorno que necesita ser protegido y potenciado en su auténtica dimensión natural y no mediante artificios especulativos que solapan intereses vergonzantes e inconfesables. FDO: _ DNI _.