Yo fui siempre un sujeto tranquilo, capaz de caminar con un pie dormido, la verdad es que nunca tuve menos prisa que ahora. No sé si eso me ocurre por una cumplida edad o por resignación
Desde luego abomino las prisas en el teléf. móvil y en el ordenador
La verdad es que echo de menos la calma vieja y provinciana, el tiempo en el que no había dos
relojes con la misma hora.
No me importa que esas sensaciones representen cierta nostalgia de la pobreza. A veces pienso que, en vez de una desgracia,
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