No hay sitio como san vicente, bueno en verano, bueno en invierno, san vicente huele de forma diferente y te vuelve a transportar a la infancia. Cuando me dicen: "pon tu mente en blanco y no pienses en nada", siempre se me viene a la cabeza la torre de la iglesia de mi pueblo y cuando en la distancia pienso en san vicente me entran ganas de llorar.