La
iglesia de
San Vicente de
Ávila es un templo de planta basilical de notables dimensiones que alcanzan los 66 metros de longitud total por 44 de anchura de sus tres naves y 41 de longitud de la nave crucero. Está dedicado a los
santos Vicente, Sabina y Cristeta, mártires de principio del siglo 4. Hacia 306 Daciano gobernador de Hispania bajo el mandato de Diocleciano ordenó apresar y torturar a estos tres hermanos por negarse a ofrecer sacrificios a los dioses
romanos. Tras torturarlos acabó con sus vidas por el brutal procedimiento del aplastamiento de sus cráneos, descrito con detalle en los bajorrelieves del magnífico cenotafio
románico que se guarda en el transepto del templo. El templo se inició hacia 1130 con posterioridad a la edificación de la
muralla. Se ubica a poca distancia de su ángulo nordeste y próximo a la
puerta de su mismo nombre