Por otra parte el filólogo Joan Coromines propuso un origen germánico derivado del
gótico Awilô o Awila. Ha habido cierta disputa en lo relativo a si la ciudad vetona de Obila, descrita por Ptolomeo en su Geographia, se corresponde con
Ávila; sin embargo, esta relación no está clara. La ciudad se llamó oficialmente Ávila de los Caballeros hasta el censo de 1877, año en que perdió esta designación y pasó a denominarse simplemente Ávila.