OCAÑA: HISTORIA. El Sr. Cortés cree sea esta v. el Vicus Cuminarius,...

HISTORIA. El Sr. Cortés cree sea esta v. el Vicus Cuminarius, que aparece en el Itinerario romano, sirviendo de mansión entre Alces (24 millas) y Titúlcia (18), camino de Mérida a Zaragoza. El mismo señor conjetura que el nombre Ocaña proviene del griego Oicos, en latín Vicus. Este erudito escritor se separa de la opinión general que reduce aquella mansión á Sta. Cruz de la Zarza. Cuéntase Ocaña entre las poblaciones con que Ebn Abed emir o rey musulmán de Sevilla dotó a su hija Zayda, cuando la dio en casi consorcio al rey Alfonso VI, año 1082. Los árabes volvieron a adquirirla pronto; pero el mismo Alfonso la conquistó al poco tiempo. Muchos colocan la conquista de Ocaña por este rey en el año 1106. Los mismos dicen perteneció a la orden de Calatrava, y que en el año 1182, D. Ñuño Pérez Quiñones, a la sazón maestre de la expresada orden, la cedió a la de Santiago, en cambio de la v. de Alcobera y ciertos juros perpetuos sobre las salinas de Espartinas. Sin embargo, Mariana expresa haber sido Ocaña una de las pobl. que el rey D. Alfonso dio a los caballeros de la orden de Santiago en 1177. El mismo historiador dice haber sido asolada por los musulmanes en la entrada que hicieron en Castilla el año 1197. El rey D. Pedro pasó a Ocaña en 1354, y en esta v. creó a D. Juan Padilla señor de Villagera y gran maestre de Santiago, no obstante hallarse casado, lo que fue muy mal recibido por la orden y por la nación. El infante D. Enrique de Aragón se retiró a Ocaña, v. de su jurisd. y maestrazgo en 1420, después que levantó el sitio de Montalván. El rey D. Juan II celebró Cortes en Ocaña el año 1422. En esta v. Dalmao de Mur, arzob. de Tarragona y embajador del rey D. Alonso de Aragón, pidió al de Castilla, delante de los grandes del reino, la libertad del infante D. Enrique, año de 1424. Este infante se fue a Ocaña en 1426, habiéndosele prohibido entrar en la corte y tomar parte en el gobierno. En 1427, el mismo infante salió de esta v. con lucido acompañamiento y armado para lo que pudiese ocurrir, dirigiéndose a Castilla la Vieja. Volvió otra vez a Ocaña, y la desamparó en 1429, huyendo del conde de Benavente, que con su ejército, se apoderó de los pueblos y castillos que poseía el infante en este reino. En 1448 dejó el rey D. Juan II á D. Alvaro de Luna en Ocaña, con orden de preparar lo necesario para la guerra de Aragón. En 1468 D. Enrique IV convocó Cortes en Ocaña, a las que concurrieron muy pocos diputados; fueron tratados con mucha severidad, y se restituyeron a sus casas. La infanta Doña Isabel se hallaba en Ocaña el año 1469: muchos príncipes y reyes pretendieron su mano; pero Fernando fue siempre el preferido. El año 1499 se hizo en esta v. la jura del príncipe D. Miguel, nieto de los Reyes Católicos. La guerra de sucesión ofreció a principios del siglo pasado un hecho de armas en esta v. D. José Vallejo con una partida de tropas castellanas, sorprendió en ella a un regimiento portugués el año 1740. En época más reciente, en la guerra de la Independencia contra Napoleón, fue Ocaña teatro de una grande desgracia para la causa nacional. El general D. Juan Carlos de Areizaga, este honradísimo militar, que tanto contribuyera con su valor al triunfo obtenido en la batalla de Alcañiz, defendiendo con bizarría el cerro de los Pueyos de Fornoles, este honradísimo militar repetimos, acaudillando un lúcido y numeroso ejército, marchaba sobre Madrid en primeros de noviembre de 1809. Los generales D. Manuel Freiré, D. José Zayas y D. Luis Lacy dirigían, el primero la caballería, el segundo y el tercero dos divisiones brillantes. Los generales franceses París y Milhaud, que eran los más avanzados, al aproximarse los españoles, se retiraron aquel hacia Toledo, y este hacia la Guardia. Freiré auxiliado por el valiente D. Vicente Osorio, consiguió un triunfo en Dos-Barrios (8 de noviembre) y persiguieron a los enemigos hasta Ocaña, donde les contuvo el fuego del cañón francés. Avanzó Freiré nuevamente el 10 sobre esta v.; 2,000 caballos franceses estaban formados delante de ella; detrás se hallaba la división polaca del cuerpo que se habia agregado a la caballería de Milhaud... -> sigue