El templo de Bonaval, sin embargo, es un ejemplar arquitectónico de gran interés que pasamos a describir y valorar, pues a la curiosidad de la disposición de su planta, de su inacabada estructura, y de la valiente y hermosa pureza de sus formas en
bóvedas y muros, añade la abundancia de elementos decorativos, puramente cistercienses, que conviene resaltar.
Se trata de un templo de reducidas dimensiones, de planta rectangular, con tres naves, y dos tramos solamente en cada una de ellas. Primitivamente
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